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Artista español pide mostrar cine experimental a niños para que sean críticos

Según Pinent, el público del cine experimental no necesariamente debe ser con "la cabeza educada", como se suele creer

El artista español Antoni Pinent abogó hoy en Bolivia por expandir la audiencia del cine experimental y apuntó que lo óptimo sería mostrar a los niños que hay otro tipo de producción en ese arte, que puede hacerlos más críticos con la sociedad.

"A la audiencia hay que educarla desde abajo. Soy de los que piensa que hay que empezar en las escuelas y explicar que el cine experimental es para todas las edades", dijo en entrevista con Efe.

El cineasta, experto en curaduría, investigación y realización, dio en La Paz el taller "Esculpir la luz. Un acercamiento al cine sin cámara", organizado por el IV festival de Cine Radical y por el Centro Cultural de España de Bolivia.

Según Pinent, el público del cine experimental no necesariamente debe ser con "la cabeza educada", como se suele creer, sino que se puede empezar aproximando a los niños a ese tipo de producción.

"Si se llega a mostrar a una persona de 8 a 10 años que hay otro tipo de cine, más allá del que va a ver a las salas o descarga por internet, ya se empieza a abrir a esto y la persona va ser mucho más crítica con la sociedad", explicó.

Agregó que esto también ayudaría a que los niños cuestionen sobre cómo se genera el lenguaje audiovisual.

El artista español destacó del cine experimental que resalta la voz personal del cineasta, al igual que sus inquietudes y el importante valor del proceso creativo.

"El cine experimental tiene algunas cualidades que en el cine narrativo no son tan importantes. Por ejemplo, el narrativo se puede ver en un plasma o un ordenador, pero en el experimental es experiencia, atmósferas que se crean en una sala, son experiencias que no se pueden transmitir verbalmente", explicó.

Subrayó que hay una nueva generación en Latinoamérica con mucho interés en hacer y aprender sobre cine experimental.

A su juicio, Argentina, Brasil y México tienen una tradición más fuerte en este tipo de cine, y en Bolivia y Perú es más intermitente porque son pocos los realizadores que han asumido el reto.

Durante su taller en La Paz, Pinent enseñó a una decena de jóvenes a trabajar en el celuloide e intervenir sobre éste dibujando o realizando diferentes texturas.

"Se trabaja sobre el soporte, por eso es cine sin cámara, porque se interviene sobre una película rodada con cámara y luego se hace intervenciones sobre este soporte", explicó el cineasta.

El español recalcó que el trabajo de intervención en el celuloide es uno de los que más le interesa y que está reflejado en algunos de sus trabajos como la Gioconda, que es la traslación de la famosa pintura en tiras de película o en otro de sus filmes, G/r/e/a/s/e.

Resaltó que la intervención del celuloide, cuando se lo pinta o se lo perfora con una intención, es percibida de una forma particular en formato analógico y provoca otra experiencia en digital.

Defendió que prefiere trabajar con el celuloide porque es un soporte que tiene muchas potencialidades que necesitan ser descubiertas, pero también abogó porque se encuentre una manera para que lo digital y analógico se mezclen.

"No es que sea purista y sólo haga cine analógico, sino que hay que buscar la manera de actualizar las herramientas y hacer una hibridación", insistió Pinent.

El artista subrayó que es necesario que en todos los países se apueste por la difusión de estos filmes porque, a su juicio, lo que falta es una mayor visibilidad en sus formatos originales. 

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