Qué es la marca personal y para qué sirve

Cuidar y crear constantemente la marca personal es básico y esencial ¿por qué? Porque la marca es lo que te distingue del resto. El contenido gráfico y textual que generas sobre ti, representa la idea que quieres proyectar a los demás con la función de captar la atención, ser valorado y aspirar a mejores posiciones en cuanto a las relaciones sociales y en lo laboral.

Lo que promueve tu imagen siempre será positivo. La creación de la marca tiene que ver con darte un sentido. Una historia. Reflejar tu personalidad basándote en objetivos claros. De esta manera, te buscarán a ti y nada más que a ti.

En un proceso de selección de personal, si tienes un branding fortalecido, te sabrás proyectar desde el principio brillando con luz propia.

1 Debes conocerte

Vives. Eres adulto y no sabes ni siquiera qué te define o quién eres según un análisis claro. Si no lo sabes tú, menos los demás. Obvio tienes fortalezas y debilidades. Aprovecha las dos. Muestra tus debilidades como errores de un niño pequeño y resalta tus fortalezas en lo que sabes hacer.

¿Cuáles son tus pasiones? La gente valora recibir contenido de alguien apasionado. Qué te gusta y qué no te gusta. No te des mala vida y escoge lo que realmente te hace feliz.

Tu marca debe estar ligada a tus fortalezas. Pero nunca promuevas quien no eres. Trata de acercarte mucho a tu yo interior. Hay tres estados del yo. Se trata del análisis transaccional y están bien diferenciados: El yo padre, yo adulto y el yo niño.

El estado del yo padre es un estado en el que se actúa, habla o razona con los patrones aprendidos de los padres o alguna figura autoritaria. El cómo se debe vivir y en qué debemos creer. También se define acá la escala de valores que tiene cada individuo. Por ejemplo: Puedes tener tres valores principales y otros secundarios. Una forma de saber cuáles son es analizándote e identificándolos.

Partiendo de estos valores, puedes asentar tu marca y promoverla. Como lo hacen las empresas con sus esquemas de organización. Ahora bien, el yo adulto es cuando se actúa y se toman decisiones partiendo de un criterio. El yo adulto decide. Razona, piensa, deduce y habla desde un punto de vista organizado.

Y el estado del yo niño se refiere a los deseos, impulsos, espontaneidad, creatividad. Las emociones y reacciones ante la vida se aclaran en este estado. El comportamiento se vuelve flexible. El niño llora, ríe, hace tonterías y disfruta.

¿Cuál estado del yo quieres proyectar en tu marca?  Decide. Todos tenemos estos tres estados, unos donde se expresa más un estado que en otros; pero los tenemos, y difundir contenido considerando la forma en la que nos sentimos es lo más correcto que se pueda hacer.

Usa tus talentos, puntos fuertes y ábrete a nuevas oportunidades.

2 Traza metas

En segundo lugar, tienes que establecer metas. Quién quieres ser, en quién te quieres convertir, de qué quieres ser experto, dónde te gustaría estar en el futuro. Todo eso.

Tienes que estar claro. Apunta hacia el cumplimiento de los objetivos. Traza un camino y sigue hacia delante siempre.

3 Ten impecable las redes sociales y tu sitio web

Monitorea el contenido que publicas. Revisa, corrige, edita, añade mejor información. Aprende a decir mucho con poco y a decirlo para que se escuche y lea interesante.

Cómprate un dominio y un hosting en internet. Haz un blog y empieza a compartir contenido de valor con las personas. Establece objetivos mejorando el diseño y el material visual de las redes sociales que tienen tu nombre y tenlas como una tarjeta de presentación y canales de comunicación para abrirte hacia el campo de las buenas relaciones interpersonales.

El dominio que compres que sea .com. Coloca allí tu nombre y apellido. Anexa al sitio las redes sociales colocando botones y empieza a ser magia actualizando la website con material valioso.

 4 Ofrece material útil

La gente busca algo que le sirva. Usar conectores, frases largas, citas aburridas y temas simples no darán ningún aporte a la sociedad y la gente lo entenderá como (pura paja). Cuando pienses en dar algo a tus seguidores, piénsalo bien. No les gusta que seas tacaño y la mejor venganza es olvidándote.

5 Búscate en Google

Cuida tu marca en Internet. Identifica qué aparece primero y detecta lo negativo. Trata de borrar lo malo y trabaja en pro de un mejor contenido. Ya no hay secretos. En Internet todo se sabe.

La gente que quiere saber sobre ti te busca en la red. Sé estratégico y contribuye a que la gente vea lo que tú quieres y no lo que se puedan encontrar.

6 Haz una sesión fotográfica

Colócale nombre y motivo a tu sesión. Si por ejemplo, eres un buen periodista de medios impresos, quedaría bien que juegues con la fotografía y representes tu especialidad incluyendo elementos que signifiquen algo. Que tengan relación con lo que eres experto.  Podrían ser periódicos, libros, textos, en fin.

Igual ten en mente una buena portada que pegue con la foto de perfil. La imagen que ofreces es importante.

 7 Las redes sociales son diferentes y se comportan diferente

Por nada del mundo publiques material para Facebook como para Twitter e igual en Instagram o en otra red social. Para cada una hay acciones y trucos. Investiga cuáles son esas acciones para que no metas la pata y en vez de promocionar tu marca coherentemente, la embarres.

8 Conviértete en un especialista del networking

Une lo online con lo onffline. Relaciónate. Conoce gente e interactúa dejando algo positivo en ellos. Aprende a ser un buen sembrador de acciones agradables que te sirvan para establecer lazos de confianza y comunicación. En este sentido, debes fijar objetivos para sacar provecho a las relaciones y potenciar tu marca ayudando a otros y recibiendo resultados positivos.

El networking significa relaciones y trabajo. Llévalo a cabo sin esperar nada a cambio, pero te llegará todo.