Violador en serie podría enfrentar condena de 30 años
Deiber Miguel Fuminalla Ortíz, de 32 años, detenido hace menos de una semana por funcionarios de Polimaracaibo, por estar señalado de violar a más de 30 mujeres no actuó solo. Su cómplice resultó ser un voyerista: una persona que busca obtener excitación al observar personas desnudas o realizando algún tipo de actividad sexual. También tienden a ocultar el rostro, y se excitan indicando el medio de como abusar de una persona.
Del cómplice de Fuminalla se sabe poco. Y se calla aún más entre los pasillos del Ministerio Público.
A esta redacción llegó una denuncia directa de una de las víctimas del bautizado “Monstruo Gozón”.
“Es necesario que le obliguen a delatar al hombre que lo acompañaba cuando abusaba de sus víctimas, ese sujeto le decía que hacer con las mujeres y cómo hacerlo, eso le causaba placer, los dos son enfermos mentales y deben estar tras las rejas, debe hacerse justicia”, sentenció la fuente que no se identificó por temor a represalias.
La mayoría de las víctimas se sienten intimidadas porque las veces que han acudido a la Fiscalía una camioneta Bronco a rondado el sitio más de una oportunidad. No dudan que sea el cómplice “voyerista”.
El “observador” era socio del pujante comerciante Fuminalla, ambos tenían un pulilavado en la urbanización La Floresta que cerró sus puertas tras el escándalo. Además, se habla de una empresa en Panamá, que manejaban ambos y de la que está en poder de un testaferro.
Otra de las denuncias que se conoció, por una fuente tribunalicia, es que uno de los despachos fiscales del Ministerio Público (MP), el cual tiene mayor cantidad de víctimas del caso, pretende separar las causas de las denunciantes que están representadas legalmente por abogados de su confianza, sin tener motivo legal para hacerlo.
“En diciembre del año pasado se registró la primera denuncia de cuando Fuminalla empezó con su aberración”, dijo la fuente tribunalicia.
Hasta ahora 16 jóvenes lo han identificado y lo han señalado por ser un aberrado sexual que las sometió y abusó durante horas. Las jóvenes coincidieron que en el carro Epica, donde lo detuvieron, saciaba sus bajos instintos. Luego del acto las dejaba botadas y a la mayoría les lanzaba dinero.
El “Gozón”, bajo su máscara de ser un hombre de bien, las interceptaba en las principales avenidas del norte y les pregunta, con otro acento, por una dirección. Muchas de las muchachas cedían a indicarles la dirección y aprovechaba de someterlas, con un destornillador o con un arma de fuego, la mayoría de las veces junto a el “observador”.
“A una de las víctimas la dejó en El Mirador luego de tenerla sometida por más de 12 horas. A algunas les hacía actos lascivos a otras sí las violaba (...) Su socio -el voyerista-, observaba y daba órdenes de cómo Fuminalla debía de cometer el acto sexual”, indicó la fuente judicial.
Agregó que el Ministerio Público a pesar de la gran cantidad de víctimas, entre ellas adolescentes y no mayores de 25 años, ha hecho caso omiso para hacer presión al detenido para que diga dónde está su cómplice. Las muchachas coinciden que el “observador” es un enfermo mental que puede perjudicarle la vida a otras más estando en libertad.
La Fiscalía 3 del MP con competencia en violencia de género, lleva el caso. La defensa está a cargo de la firma Fénix Law Consultant, a petición de algunas de las víctimas. Se espera que las su cientes evidencias recabadas por la defensa determinen en los 45 días el destino de Fuminalla y “que sea encarcelado en un penal y no privilegiado en un comando policial”, desean las perjudicadas por el violador en serie.
