El diario plural del Zulia

“Víctor entró a INAVI para resguardarse”

Según Biagio Parisi, el hombre estaba cometiendo actos vandálicos cuando cayó del edificio

Con mucho esfuerzo y dedicación, durante 10 años, Víctor Manuel Márquez, de 34 años, logró concretar su negocio propio en el comercio informal de Las Playitas. Allí vendía ropa y alimentos. Ayer, durante el paro cívico, su único motor propulsor para salir era cuidar el fruto de varios años de trabajo, y el sustento de su familia. Su objetivo: no detenerse en su rutina laboral, según indicaron sus dolientes y allegados. Sin embargo, para la versión oficial de las autoridades estadales, Víctor Manuel no era más que uno de los "guarimberos" que participó en la quema del edificio Inavi, ubicado en el Centro de la ciudad.

A las afueras de la morgue de Maracaibo, Lilibeth Bracho esperaba el cuerpo de su pareja para darle sepultura. La mujer asegura que Víctor era un hombre tranquilo y trabajador que no estaba interesado en mezclarse con esa clase de disturbios políticos.

Los dolientes desacreditan completamente lo que indicó el gobernador, Francisco Arias Cárdenas, y el secretario de Seguridad y Orden Público, Biagio Parisi.

Cabizbaja, con un tono de voz delgado y melancólico, Lilibeth limpia de a poco la reputación de su pareja. Explicó que la noche del jueves, Víctor, sin importarle las condiciones del país por el paro cívico, despertó temprano, como de costumbre, para abrir su negocio. Trabajó con normalidad hasta las 5:00 p. m

Dos horas más tarde, cuando pretendía regresar, junto a su primo, decidió caminar ante la ausencia de taxis.

Su destino era su casa, ubicada en el sector Los Olivos. Víctor y su primo deambulaban por el Centro de la ciudad hasta que quedaron atrapados en medio de un enfrentamiento, entre manifestantes y militares

El infortunado sufría ataques de nervios desde que intentaron secuestrar a su difunto padre, vio en el edificio una oportunidad de salvarse. “Él se metió ahí para resguardarse. No medía lo que estaba haciendo porque el temor lo bloqueaba”, dijo Lilibeth. Entre las llamas, el desespero, y la persecución de los uniformados, Víctor perdió el control y cayó al vacío.

El hombre dejó en la orfandad a dos menores de edad y era el tercero de ocho hermanos.

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