El diario plural del Zulia

Vecinos destruyeron la nueva cárcel para evitar su culminación

Cuatro kilómetros de trilla casi tapiada de basura y escombros se deben atravesar para llegar a la entrada del Centro de Reclusión para Procesados y Procesadas Judiciales del Estado Zulia (CRPPJEZ), que se comenzó a construir en 2013. El Fondo Nacional de Edifcaciones Penitenciarias (Fonep) entregó 209 millones 104 mil 434,64 bolívares, divididos en dos partes a la contratista Cresmo C. A., para levantar la obra.

La estructura ubicada cerca de la urbanización El Soler, en San Francisco, no se concretó y ahora es un pueblo fantasma. Wilmer Faría, residente en la zona, recuerda que cuando la construcción se detuvo, poco a poco se fue deteriorando. Hace ocho meses y medio los habitantes se oponían a su construcción por lo peligroso que para ellos signifca, y la empezaron a desvalijar, llevándose cabillas, bloques, cemento, arena y todo lo que se les cruzara en el paso, incluso el portón rojo que daba entrada a la estructura, tal como lo reseñó en su informe anual Los Papeles de la Prisión, presentado el pasado martes, en Caracas.

Faría explicó que cuando los dueños de la constructora comenzaron a darse cuenta del saqueo, llegaron a la obra y se llevaron todas las maquinarias pesadas, dejando en el lugar los materiales que quedaban, que luego se terminó de llevar la comunidad. La estructura que estaba construida en un 70% la destruyeron con mandarrias, luego de que quedara desolada y sin vigilancia. Con rabia, los habitantes golpearon las paredes de bloques de concreto hasta derrumbarlas. Las oficinas administrativas quedaron hechas granizo. Las pocetas y los lavamanos que habían en esa área los desprendieron, así como la tapa del tanque de agua subterráneo. Las vigas de hierro de los techos sin concreto las cortaron con equipos de oxicorte.

Entre cada área de máxima, mediana y mínima seguridad abundan arboles caídos, secos y maleza. Los marcos de hierro de las celdas del módulo de reclusión femenina los desprendieron. Otros quedaron doblados porque no pudieron arrancarlos. Las paredes de concreto vaciado de 20 centímetros de ancho de las celdas de siete por ocho de ancho y largo del área de máxima, también intentaron ser derrumbadas, pero no lo lograron.

Wilmer Faría destacó que la Policía Nacional y el Cpbez antes recorrían el área en moto, todos los días. Cuando quedó abandonada, pasaban dos veces por semana. En los últimos meses casi ni visitan la estructura.

“Este miércoles a las 10:00 p.m. fue la última vez que la recorrieron y entraron por la invasión nueva que está a un lado del penal, pues la principal está abarrotada de basura. Otras veces es Polisur quien recorre la zona”.

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