Desnudan y roban a 13 personas en ambulatorio La Victoria
Un delincuente de tez blanca, fornido y bien vestido ingresó al Ambulatorio La Victoria, este jueves a las 5:30 de la mañana. Solicitó la atención de un médico simulando un dolor de estomago y cuando era atendido, sometió a la doctora Lilian Fuenmayor. La encerró en la habitación de descanso junto a 12 personas más, a quienes desvistieron y robaron.
Entre las víctimas están los tres doctores de guardia, tres enfermeros, un camillero, una persona de limpieza, dos pacientes y tres acompañantes.
Aturdida por los nervios, Yolibeth Nava, enfermera del centro asistencial, contó que el atracador sacó el arma de fuego cuando le tomaban la tensión. “Se la mostró a la doctora, la cacheteó y como no había gente de seguridad y nadie estaba armado, solo él, nos juntó a todos los que estabámos en la emergencia y nos llevó hasta el cuarto de descanso”.
En la habitación, apuntando a las víctimas con su pistola, los obligó a que se desnudaran y se acostaran en el suelo. Desde allí los despojó de tres estetoscopios, tres sellos húmedos, teléfonos celulares y dinero en efectivo.
Tras acabar con su hazaña, les apagó la luz y los encerró en el dormitorio. Corrió hasta la salida, la cual está cubierta con cartones y cinta adhesiva, y huyó en un Aveo azul que lo esperaba en el frente.
“Unos 20 minutos duró el asalto. Esperamos cinco más luego de que el pistolero se retirara para salir y llamar a las autoridades. Los policías se aparecieron tres horas más tarde a tomar la denuncia”, expresó Nava.
Kendry Silva, también enfermero, denunció que no es primera vez que ocurre una situación igual dentro del ambulatorio. “Del estacionamiento se roban carros y sino los traen, y los dejan enfriando. Todo por la falta de patrullaje y ya estamos cansados. Aquí estamos a la buena de dios. Exigimos resguardo”.
Las autoridades de la Policía científica también recibieron la denuncia. Los médicos indicaron que los sabuesos se encargarían de tomar sus declaraciones e iniciar con el proceso de investigación, pues al parecer los vándalos operan en la parroquia Carracciolo Parra Pérez.
El personal de guardia del ambulatorio ahora vive en zozobra. Temen en ir a trabajar. La puerta de la entrada está “remendada, quién trabaja en paz así. Ni nosotros como trabajadores, ni los pacientes que asistan”.
