El diario plural del Zulia

“Se acabó la guarimba, violaremos a sus mujeres”

Tres horas duró el ataque en El Varillal. La incursión fue impulsada por un grupo de vecinos afectos a la revolución

Esto parecía una guerra sin tregua. Fue horrible. Nos moríamos del miedo. Los sindicalistas del Metro se encapucharon y comenzaron a destrozar y atacar, custodiados por la Guardia Nacional”, relataron los vecinos de los edificios La Vega, en el sector El Varillal de Maracaibo.

Los encapuchados rompieron los portones del estacionamiento y lanzaban piedras a los vidrios de los apartamentos. “Destrozaron muchas ventanas. En medio del temor, busqué trozos de cartones para cubrirlas y que amortiguaran los golpes”, señaló Juan, uno de los residentes.

A los carros estacionados les rompieron los vidrios, les hundieron y rayaron las carrocerías con las piedras que le lanzaban. Incendiaron un carro y esto quemó todo el sistema para surtir agua a los edificios.

Los encapuchados lograron ingresar a los pasillos. Subieron las escaleras y lanzaban los materos de los balcones al vacío”, describían acelerados.

Viva Chávez... marditos... los vamos a quemar a todos”, gritaban los hombres que se hacían llamar “colectivos”. “Se acabó la guarimba, viva Chávez. Vamos a violar a sus mujeres”, vociferaban.

Los hombres, al escuchar esas advertencias, escondieron a sus parejas en las habitaciones, a sus hijos debajo de las camas y mientras, bloqueaban las entradas. “Esto fue desde las 4:00 de la tarde como hasta las 7:00 de la noche”, dijo un vecino.

Noris está aterrada. A su bebé de 12 días de nacida la tuvo que bañar con leche de magnesia cuando los guardias comenzaron a lanzar en el patio central las lacrimógenas.

Los gases se metían por debajo de las puertas. Me estaba ahogando. Mi niña se intoxicó. Tuve que bañarla con esa leche para que pasara el efecto. Yo me coloqué vinagre”.

A una señora se le durmieron los brazos, casi desmayada la sacaron del apartamento. Una doctora logró estabilizarla. Tras la arremetida violenta “llegó un directivo del sindicato del Metro de Maracaibo a pedirnos disculpas. Y diciendo que eso fue una orden de arriba”, revelaron.

El paro cívico también dejó secuelas en Cuatricentenario. Kennedy Meza, de 20 años, Nelvi Luzardo, de 20 y Leonel Gómez, de 23, fueron alcanzados por los proyectiles. Están estables.

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