El diario plural del Zulia

Roban puerta de bronce del antiguo Banco Maracaibo

Los hampones utilizaron un taladro. Dejaron todo listo para hurtar el otro portón de acceso

El hampa común ni siquiera respeta el patrimonio cultural. La Plaza Baralt es por segunda vez en septiembre el foco de la delincuencia. Más de 1.000 kilos pesa la puerta de bronce del edificio del antiguo Banco Maracaibo, el primero del país. Esa puerta la desprendieron unos delincuentes para hurtarla.

El peso no fue un impedimento, mucho menos el significado para la idiosincrasia zuliana. Un grupo de hampones, que mantiene azotados a los comerciantes y transeúntes del Centro, sustrajo la puerta de esa sede donde después funcionó la antigua Onidex (hoy Saime). El recinto, tras el cierre de Onidex, quedó abandonado.

El metal con que se fabricó el portal es valioso, lo derriten y lo venden. Su precio varía entre los 25.000 y los 30.000 mil bolívares.

Eran como las 3:00 a. m. cuando los oficiales del Cuerpo de la Policía Bolivariana del Estado Zulia (Cpbez) recibió la denuncia vía telefónica. Las personas que viven en las invasiones cercanas parecen tener el sueño pesado. Aseguran que durmieron sin ruidos extraños ni contratiempos. Sin embargo, en el marco hay orificios circulares y pequeños. Los ladrones utilizaron taladros para quitar la puerta.

La plaza era antes un sitio de encuentro familiar y tertulias poéticas. De aquello solo queda el recuerdo. Las autoridades competentes parecen haber olvidado ese pedacito de la Maracaibo de antier. Henry Espinoza, secretario general de la Asociación de Comerciantes de la plaza, reseña que el sábado 2 se produjo una balacera. Querían robar al hijo de los dueños de una joyería. En el hecho resultó herido el joven, un trabajador de la zona, y un menor de 13 años.

Agrega que hace dos meses se robaron los medallones de la estatua de Rafael María Baralt. También hurtaron los bombillos de la plaza. En tiempo récord, el Cpbez, con la colaboración de la junta que representa Espinoza, recuperaron los bombillos, pero no se registraron detenidos por el hecho.

“Yo hago un llamado al gobernador, Francisco Arias Cárdenas. También al secretario de Seguridad, Biagio Parisi. La Plaza Baralt es la joya de la corona y les debe doler. ¿Hasta cuándo nos van a ignorar?”, puntualiza Espinoza.

Euro García, encargado de seguridad y vigilancia en la plaza, refirió que hace cinco meses el Centro Rafael Urdaneta (CRU) construyó una caseta policial. Pero no funciona, el oficio se le entregó a Arias. Está en manos de Parisi, pero no lo terminan de activar.

“Aquí no hay patrullaje. Dos oficiales que pertenecen al cuadrante del callejón de los pobres nos prestan colaboración, pero no es su responsabilidad. Para que la caseta funcione se necesitan como mínimo seis oficiales para que hagan guardia las 24 horas del día”, asegura García.

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