El diario plural del Zulia

Robacarros en Guajira, ¿con aliados militares?

Con cuatro sujetos armados apuntándole directo a la cabeza, dos en una motocicleta y dos dentro un Chevrolet Caprice, un comerciante de San Rafael de El Moján se vio obligado a detener la marcha de su camioneta Grand Blazer año 99 y entregar las llaves, en plena carretera Troncal del Caribe, en el sector Las Casitas de Sinamaica.

A las 7:30 p.m. del lunes, el propietario de la 4x4 color beige se desplazaba por el municipio Guajira, con destino a Paraguipoa. A pocos metros de la alcabala del Cuerpo de Policía Bolivariana del Estado Zulia (Cpbez), el cuarteto de robacarros sorprendió al comerciante y lo dejó sin escapatoria.

De frente, un Caprice “verde agua” le cerraba el paso, y por su costado izquierdo, uno de los motorizados con una mano abría la puerta del conductor y con la otra empuñaba la culata de una pistola calibre 9 milímetros. Tras someterlo, los ladrones se lo llevaron en su propia unidad, cruzaron antes del comando del Cpbez y retomaron la Troncal del Caribe, cerca de la entrada de la playa de Caimare Chico.

“Me metieron por una trilla con arena de médanos, me bajaron de la camioneta con dos ladrones que me vigilaban, y los otros dos siguieron rumbo a la carretera. Cuando la camioneta se perdió de vista, los dos tipos me dijeron que me fuera sin mirar atrás, y así hice. Llegué a la vía y busqué un teléfono prestado para llamar a mi hijo”, reveló el agraviado.

En menos de 30 minutos, 10 miembros de la familia del comerciante llegaron en su auxilio y entre todos comenzaron a buscar por sus propios medios la Grand Blazer robada. La víctima relató que al preguntar a los vecinos de los sectores El Guanábano y El Relámpago, estos señalaron los sitios donde los malandros tenían las caletas de los carros robados.

“Vimos la trilla de los cauchos de la ‘Blazer’, seguimos el rastro y llegamos a un cambuche donde la tenían ‘enfriando’. Estaba un hombre en una hamaca, pero no quisimos entrar sin ayuda y fuimos a una alcabala militar que está en la entrada de Caimare Chico.

Las comisiones policiales ingresaron a la caleta, a las 2:00 a. m., y sometieron a dos hombres que custodiaban la Grand Blazer. Para sorpresa de su propietario, los “caleteros” eran un adolescente; y su padre, identificado por el secretario de Seguridad y Orden Público, Biagio Parisi, en nota de prensa como Gabriel Bracho Torres (47). Este último era el mismo civil que dialogaba con el militar minutos antes que el denunciante llegara a la alcabala de Caimare Chico y quien le sugirió que no entrara a buscar su camioneta.

“Quedé sorprendido al ver que ese sujeto (Bracho) era el mismo que se metió en la conversación que horas antes tuve con el militar mientras le pedía apoyo. Tal parece que ambos se conocían y por eso no el funcionario no quiso ayudarme”, indicó la víctima.

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