El diario plural del Zulia

Repiqueteo// “Tenemos presos a 15 guardias por casos de corrupción y extorsión”

Como una “hiperindividualidad” catalogó el general de Brigada, Alejandro Pérez Gámez, jefe de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) en el Zulia, los supuestos cobros que efectivos castrenses adscritos al peaje del Río Limón realizan, a través de “boleros” (vendedores ambulantes), a los bachaqueros de gasolina y alimentos que transitan por el puente fronterizo.

Desde que asumió el Comando Zona 11 Zulia, el 8 de octubre de 2015, el ofi cial reveló: “Tenemos presos a 15 guardias por casos de corrupción y extorsión, no estamos comprometidos con eso, ni es una red que funciona en la GNB, son casos puntuales”.

“Los ‘boleros’ no son la caja chica de los militares del río Limón, si se detectó esa novedad, pues se nos fue, al mejor cazador se le va la liebre (...) En el Zulia somos casi cuatro mil guardias y esto es un problema cultural que se ataca y se está tratando de erradicar; para que existan unos tienen que existir los otros, el bachaquero paga porque sabe que va ilegal”, espetó.

Durante una entrevista con Versión Final, la máxima autoridad de la GNB en la región ofreció detalles sobre las acciones que ha tomado para contrarrestar los focos de corrupción que empañan la institución a su mando y los planes para atacar el contrabando de extracción en la Guajira.

—¿Conocía usted sobre la presencia de “boleros” en el peaje?

—Esa novedad no es nueva, es un problema que tiene mucho tiempo y con el que hemos estado lidiando. A veces no conseguimos la manera de hacer que la gente (vendedores) no se involucre allí, pero vamos a seguir trabajando, a seguir luchando contra los “boleros”, contra los matraqueros.

La prohibición de permanencia de civiles y vendedores en los puntos de control y peajes es una orden vigente, de hecho allí hay un aviso que lo advierte y ya hemos detenido a 12 personas hasta por ocho horas que han incumplido con esa disposición.

—¿Qué medidas ha tomado para evitar “boleros” en el río Limón?

—Allí no puede haber ningún civil nunca, a ninguna hora; y de haber uno se pone preso al personal militar, porque eso está absolutamente prohibido. Los guardias firman un acta de compromiso donde se comprometen a evitar la permanencia de civiles en la zona, por eso cuando se detiene a un civil en el peaje automáticamente los efectivos de guardia son arrestados y sancionados disciplinariamente.

—¿La GNB toma medidas para evitar molestias de las colas?

—En Sinamaica sacrificamos los controles antidrogas porque se hacían largas colas en las revisiones y los estudiantes que iban a las universidades en Maracaibo llegaban tarde; y cuando la cola para llegar hasta el peaje del río Limón está larga, a la altura de La Paila Negra, yo he llamado para que le den curso y todos los carros que están allí suban a la Guajira sin mayores contratiempos.

—¿Los guardias saben que los civiles no deben estar en el peaje?

—Al personal de los puntos de control se les da una charla, que queda asentada en el libro de novedades y que tiene puntos claros como: “Prohibido solicitar y recibir dadivas a cualquier ciudadano en el punto de control”, y “Prohibida la permanencia de vendedores ambulantes en el peaje”; esto lo hacemos todos los días, los guardias firman y colocan su cédula, para que luego no digan “yo no sabía”.

—¿Además de las charlas, existe otra medida de supervisión?

—En el peaje sobre el río Limón hay 15 cámaras de seguridad, una de ellas tipo Búho y que es vista desde el Puesto de Comando Presidencial en Miraflores, Caracas. Desde allá la última llamada que recibimos fue del Comandante General de la GNB, Néstor Reverol, y nos dijo que lo llamó el Ministro de Frontera, general Izquierdo Torres, para informarle que había visto en el peaje a un civil de camisa de rayas y con gorra. Él fue detenido.

Incluso, semanas atrás cuando mataron al guardia Yimmy Cantillo y su hijo, en Guarero, debido al movimiento militar que se registró allí en el río Limón y fue captado por las cámaras, de inmediato nos llamaron desde Caracas para preguntar qué sucedía.

—¿Cómo ataca usted el contrabando de gasolina en la Guajira?

—Hay un hecho objetivo y no se puede obviar, y es que ¿cómo evito yo que un vehículo que sale de Maracaibo hacia Sinamaica, Los Filúos o Paraguaipoa, lleve gasolina en el tanque? Cómo evito que el chófer de ese vehículo venda luego 20 o 50 litros de esa gasolina?

Ahora, ¿cuánto de ese combustible que está en las caletas no proviene de las 17 o 20 gandolas que suben todas las semanas a las estaciones de servicio de la Guajira, que son legales y pasan por el peaje del río Limón?

Para solucionar ese problema planteamos hacer un plan piloto de sustitución de gasolina por gas; y cambiarles a los transportistas sus “catanares” por vehículos del Estado (Orinoco) con sistema de gas.

—¿Es difícil contrarrestar al bachaquero en la subregión?

—Todas las semanas hacemos en la zona la “Operación Pipa”, entramos a las caletas donde están los avisos de compra de gasolina a “350 bolívares” y allí hemos sostenido batallas campales. La población civil arremete contra los guardias, son extremadamente agresivos, una vez bañaron de gasolina a un teniente y le lanzaron bombas molotov; hace pocas semanas en El Rabito hirieron de dos tiros a un guardia porque retuvo a un camión.

En Los Filúos, donde se observan a simple vista las pimpinas de gasolina, uno no puede meterse con menos de 300 guardias y con los vehículos blindados de Orden Público. Eso es un problema cultural, la gente vive de eso y todo el que venda 20 litros de gasolina salvó el día. No es culpa nuestra que del otro lado el litro de combustible cueste 400 veces más, porque es un tema de macroeconomía.

—¿Y cómo está el bachaqueo de alimentos en el estado?

—En el año 2015 incautamos 11.500 toneladas de alimentos en el Zulia y en el primer trimestre de este año, estamos cerca de las cuatro mil toneladas. Yo realicé un trabajo, según el último estudio del Instituto Nacional de Estadística, relacionado con el consumo per cápita diario, y arrojó que se estaban llevando 100 toneladas de alimentos de más a la Guajira. Trabajamos para reducir el paso de 2.500 camiones, que llevaban 100 kilos de alimentos cada uno, a 220.

—¿Hay empresas receptoras de alimentos con irregularidades?

—Nosotros detectamos una empresa que entre arroz, azúcar y harina en febrero llevó, autorizado por la Sala Situacional, 9.8 toneladas de alimentos a la Guajira. Esa empresa en marzo llevó 68 toneladas y automáticamente le detuvimos los camiones en río Limón y pasamos el caso a Fiscalía.

Profundizamos en eso, hicimos una inspección y descubrimos que el dueño de esa empresa no tiene caja fiscal, no tiene sistema contable, no declara impuestos y el local donde tiene la autorización de descargar no tiene la capacidad para almacenar y comercializar 68 mil kilos de alimentos. Aquí vemos cómo se vale de algunos contactos para obtener esos productos.

 

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