El diario plural del Zulia

Reo de Coro estaba de “vacaciones” en Margarita

Un presunto robo en una playa de Nueva Esparta desató la mayor de las polémicas en el país. El ex “pram” de la cárcel Vista Hermosa, de Ciudad Bolívar, se encontraba de “vacaciones” en Nueva Esparta, cuando lo tirotearon en varias oportunidades.

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Wilmer José Brizuela Vera, alias “El Wilmito”, de 34 años, se encontraba “de paseo” en el balneario Parguito, en la isla de Margarita, junto a su esposa, su hijo de 11 años y otra mujer, cuando un motorizado interceptó la camioneta Jeep Cherokee, una Toyota Land Cruiser y otro vehículo y disparó hiriendo a los cuatro, la noche de este viernes.

Autoridades policiales certificaron que se trataba de Brizuela Vera, quien debería estar detenido en la Comunidad Penitenciaria de Coro. Fuertes rumores de su liberación se corrieron en Margarita en diciembre pasado.

El resto de los lesionados quedaron identificados como Janeth Marcano, de 35, alcanzada por una bala en el tórax izquierdo; Yusmely Lisandri, de 35, y el menor recibió dos impactos de proyectil, mientras que al reo le dispararon en la región axilar y brazo izquierdo.

Vida hamponil

“El Wilmito” pisó la cárcel por primera vez en el 2004, cuando lo señalaron como el autor material del secuestro del comerciante Juliano Elías Abbound. Para 2006 adquirió el poder absoluto del penal Vista Hermosa, en el estado Bolívar. En el 2008 se fuga del mismo y al ser recapturado lo trasladan a Coro, para que purgara una pena de 10 años.

El ex “pram” es recordado en Bolívar no solo por ser líder negativo de la cárcel, también lo señalan de establecer una relación con la ministra de Servicios Penitenciarios, Iris Varela, con quien se fotografió en más de una oportunidad. También ha sido visto en varias ruedas de prensa y foros.

En 2014, el Tribunal Séptimo de Juicio del Circuito Judicial Penal de Carabobo lo sentenció a 14 años y 10 meses de prisión por su participación en calidad de cómplice no necesario en robo agravado de vehículo automotor, de sicariato y asociación para delinquir en los asesinatos de María Gabriela Casado Acero y Manuel Enrique Gutiérrez, ocurridos en junio de 2010.

Estudios psicológicos sobre “El Wilmito” lo señalan como un delincuente con una variedad de patologías clínicas, que no valora la vida humana y alto coeficiente intelectual.

 

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