El diario plural del Zulia

Rayo mata a una joven que iba a recoger agua

Una estudiante de cuarto año perdió la vida delante de su madre, cuando caía un fuerte aguacero en el municipio Guajira

Una estudiante de cuarto año de Bachillerato perdió la vida, este jueves cerca de las 4:00 de la madrugada, cuando iba a recoger agua en el patio de su residencia, ubicada en el sector Potrerito II, de la población de Guarero, en el municipio Guajira.

Familiares identificaron a la infortunada como Yelimar del Carmen González, de 16 años, quien cursaba estudios en el liceo Francisco Babini, de Guarero.

La mañana con lluvias y truenos que despertó a los vecinos de la Guajira se volvió trágica. Todo parecía estar normal. El torrencial aguacero se intensificaba, mientras en la humilde vivienda de los González el chorro de agua procedente del techo era tanto, que podía llenar una pipa. Esto hizo que Yelimar saliera al patio a buscar un tobo para recolectar agua.

De pronto, un centellazo impactó a la adolescente, para dejarla sin vida en el acto, delante de su madre.

La mujer comenzó a gritar, desesperada, pues con impotencia veía a su hija tirada en el piso, sin reaccionar, mientras las gotas de agua terminaban de mojarla y los truenos no cesaban.

Ante la algarabía que se escuchaba en casa de los González, los vecinos se acercaron a ver lo que había ocurrido y entre llantos, se gritaban entre sí que se trataba de la bella jovencita que cursaba cuarto año en el liceo de Guarero.

Trataron de buscar ayuda para trasladarla a un centro de salud, a ver si era posible salvarle la vida, pero todo fue inútil porque la dama no tenía signos vitales, se lamentaron los moradores, tras conocer la desgracia.

Medalla y lágrimas

Ella salió a buscar el pote porque caía mucha agua y como sabemos que no tenemos ni para beber, fue a buscarlo en el patio y apenas escuché el trueno me asomé y la vi tirada”, relató en medio del dolor Fátima González, madre de la joven.

La progenitora de Yelimar describió que el rayo la impactó cerca del pecho, por una medalla de acero que portaba la víctima.

Sus maestros, entre lágrimas, describían a la estudiante como muy aplicada en las clases, dond eparticipaba con respuestas acertadas, y lamentaron lo ocurrido.

Bajo la humilde enramada velaban el cuerpo de la muchacha, acompañado por un grupo de compañeros del liceo que gritaban de dolor por la pérdida tan trágica.

Sus condiscípulos recordaron a González como muy alegre y buena compañera.

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