Protestas pacíficas se tornan en dos saqueos
La noche del pasado martes se registraron saqueos a locales en diferentes puntos de la ciudad. En la Circunvalación dos, a la altura del sector La Matancera, parroquia Francisco Eugenio Bustamante. Un grupo de al menos 50 personas rompieron las rejas del depósito de la Panadería Menier, con un tronco y lo saquearon a las 10:00 PM.
Nicolás Rebolledo, encargado del establecimiento contó que el hecho vandálico se efectuó luego de que cerraran el local. Explicó que solo quedaban seis empleados de 15 que a diario laboran.
Cerraron todo y cuando quisieron salir les dio temor, pues "Los Guarimberos" estaban en el semáforo de la esquina.
Por el frente solo salieron las mujeres. "Los hombres salimos por el techo para evitar ataques contra la panadería. Aparentemente todo estaba tranquilo. Y cuando iba llegando a mi casa, me llamó el dueño para que me devolviera, porque habían desvalijado el depósito".
El encargado se regresó. "Cuando llegué había un poco de patrullas de la policía nacional y la regional. Los vándalos estaban esperando a que nos fuéramos. Se llevaron sacos de azúcar, todos los jamones que estaban en las cavas, todos los refrescos, incluso los vencidos. Potes de mantequilla".
Al igual que en La Matancera, un grupo de aproximadamente 40 personas atentaron contra el negocio “La Victoria”, ubicado en la avenida 23 del sector Primero de Mayo de la parroquia Chiquinquirá en el Centro de Maracaibo. Estos entraron a la charcutería rompiendo la puerta principal con un tronco a las 11:00 PM.
El negocio ya se encontraba cerrado y cuando los vecinos avisaron del saqueo a su dueño Iván Ocando, quien se dirigió de inmediato al establecimiento. Encontró que los delincuentes se habían llevado todos los embutidos, juegos y refrescos, incluso robaron una rebanadora y dos pesos.
Las autoridades indicaron a Ocando que investigarían sobre el caso, sin embargo, sospechan que es una banda que se aprovecha de las manifestaciones para delinquir.
Los vecinos del área están asustados y aseguran no conocer a ninguno de los malhechores.
