El diario plural del Zulia

Por una mujer habrían asesinado a taxista

Desde un Cherry Arauca gris acribillaron a Edward José Barrueta Vílchez, de 29 años, taxista de la línea Lago Mall, en la avenida 2 El Milagro, el pasado lunes, a las 8:30 de la noche. Los criminales estaban encapuchados, según testigos. El Cicpc solicitó los videos de las cámaras de seguridad, para dar con los homicidas.

La víctima estaba a bordo de su Mitsubishi Lancer Touring blanco, placas AK222RA, en la cola de taxis esperando su turno de salida, cuando los desconocidos llegaron preguntando por él, y seguido lo tirotearon en 20 oportunidades, hasta matarlo, dijeron compañeros de trabajo.

En el ataque Anys Alfredo Reyes, de 40 años, resultó herido. Un proyectil lo rozó en la pantorrilla izquierda.

Los sicarios huyeron, mientras que a los lesionados los auxiliaron y en vehículos particulares los trasladaron hasta el Hospital Coromoto, donde Barrueta falleció y a Reyes le dieron el alta.

Mientras que otros taxistas fueron hasta la calle 73-A, casa 2B-74, del sector La Lago, donde vivía la víctima, con su abuela, su esposa e hijos para notificar lo sucedido.

Los sabuesos del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) colectaron las conchas de balas percutidas y remolcaron el vehículo del ultimado, para ser sometido a experticias.

Trascendió, por fuentes detectivescas, que la muerte de Barrueta se debe al móvil pasional. “Pues el infortunado habría estado involucrado con una ‘prepago’ a la que habitualmente le prestaba servicio”. Se indaga quién ordenó su muerte y los motivos que tenía para tal ensañamiento. Se supo que la mayoría de los disparos los recibió en sus genitales.

Desconcertados 

Los Barrueta Vílchez no hayan explicación a lo sucedido. Lloran y se lamentan. La más afectada por la pérdida es la señora Iraida de Barrueta, abuela del taxista, quien lo crió luego de que sus padres murieran uno a la vez de manera natural.

La esposa de Edward también está destruida, pues este jueves dará a luz a su cuarto hijo, el varón; dejó tres niñas de dos, cinco y nueve años.

No entiendo porqué me mataron a mi nieto, el era un gran hombre, trabajador, excelente padre, no merecía morir así. No merecía esto”, expresó la doña, mientras se mecía en el mecedor con la mirada perdida.

Barrueta era el menor de dos hermanos. Por dos años trabajó en la línea de taxis Lago Mall.

“Este dolor es muy fuerte como para ir a esperar su cuerpo en la morgue. Sus primos se están encargando del papeleo para retirar su cadáver y sepultarlo. No sé cómo le vamos a decir a los pequeños que su papá ya no está con nosotros”, manifestó Iraida.

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