Obrero asesinado ni salía a fiestas

“Te amo”, gritaba la progenitora de José Javier Chourio Bracho, de 20 años, mientras el cuerpo de su hijo reposaba en medio de la humilde vivienda en la vereda 26 de la urbanización San Felipe III.

El joven fue asesinado la madrugada del jueves a una cuadra de su residencia cuando se resistió al robo de sus pertenencias.

“José era el mejor del mundo, cariñoso, malcriado, inocente y muy trabajador”, manifestaron varios de sus amigos. Diantonio Chourio, progenitor de la víctima, con una mirada triste, contó que José Javier no era fiestero, no salía, ni se metía con nadie.

“Mi hijo solo se dedicaba a trabajar y jugar en la computadora. Cuando llegaba se encerraba en su cuarto y no amanecía en la calle”, informó el afligido hombre.

Diantonio agregó que se encuentra muy agradecido por el trabajo realizado por los funcionarios de Polisur, quienes le dieron muerte a dos de los involucrados en la muerte de su hijo.

“Estoy agradecido porque ya los asesinos de mi hijo no están, sé que a la mujer la buscan activamente. Esos delincuentes mantenían azotada a todos los residentes”, agregó el hombre.

Hermano ejemplar

José Antonio Chourio, hermano gemelo de José Javier, entre sollozos y sin poder articular palabra manifestó que tenía al mejor hermano.

“Él me aconsejaba, era el mejor de los hermanos. Yo sé que él está conmigo aunque me digan lo contrario”, indicó el consanguíneo.

José Antonio recordó que ellos bromeaban por quién era el mayor.

“Él nació cinco minutos después que yo, y le decía que debía respetarme, pero la verdad él me cuidaba” José fue enterrado en Jardines La Chinita a las 2:00 p. m., de ayer.