El diario plural del Zulia

No hay detenidos por la muerte de Enmanuel

En un féretro blanco en medio de la humilde sala de bloques grises reposaba el cuerpo del pequeño Enmanuel David Rivero Quintero, de tres años, quien pereció el martes tras ser arrollado por un auto que se dio a la fuga en el barrio Limpia Norte.

Los primitos del pequeño rodearon por última vez a su “juguetón amante de los carritos”.

Antonia Quintero, tía del niño, dijo que él no merecía morir así. “Lo dejaron tirado como a un perro y no lo era, mi sobrino era un ángel. Lo mató la ilusión de comerse un durofrío”, finalizó.

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