El diario plural del Zulia

No aparece el asesino de la mujer embarazada

Sin palabras están los García Borrero tras el asesinato “cruel” de Alexandra Paola, de 19 años, quien estaba por dar a luz a su tercera hija.

Llenos de tristeza, los familiares piden que se haga justicia por este doble homicidio, ejecutado por alias “El Brayan”, amigo de la víctima.

Jelineth Borrero, con los ojos llorosos, recordó que su sobrina Alexandra salió el pasado domingo de su casa 57-06, en la calle 157 del barrio La Gran Sabana, parroquia Marcial Hernández, municipio San Francisco, para acompañar a su madre Jennifer Borrero, a una reunión con amigos de su trabajo en Mercasur.

Todos los trabajadores del mencionado centro mayorista se apostaron frente a la tasca de “Caballo”, localizado en el barrio Suramérica, justo una cuadra antes de Bicolor.

Todo parecía ir bien. Hasta que a las 2:00 de la mañana del lunes, el establecimiento cerró sus puertas. A esa hora los presentes comenzaron a retirarse. Pero en ese proceso surgió una discusión entre Jennifer y Paola, la novia de “El Brayan”. Supuestamente ambas mantenían un “pique” y con alcohol encima lo hicieron a orar. 

Pelea mortal

Las mujeres se comenzaron agarrar a golpes. Alexandra se metió para defender a su madre, pero no lo logró. Cuando lo intentaba, “El Brayan”, ebrio y según testigos drogado, tomó a la joven embarazada por el cabello, le pateó la barriga tirándola al suelo y una vez tendida en el pavimento, desvalida, la degolló con un pico de botella. El muchacho, al caer en cuenta de lo que había hecho, huyó.

Devastados

Belkis, la abuela materna de Alexandra, estaba devastada. Ayer en la mañana lloraba sin descanso sobre la urna donde reposaba el cadáver de su nieta y la pequeña de ocho meses que llevaba en su vientre.

Los amigos se acercaban a dar el pésame a los parientes. Ninguno podía creer que Alexandra estuviese muerta. Y en una pancarta pegada en la tapa del ataúd comenzaron a colocarle mensajes de cariño con marcador. “Siempre estarás en nuestros corazones”, era una de las frases.

“Es increíble lo que pasó porque Brayan era amigo de la casa. Él vivía acá cerquita. Incluso su abuela, la señora Andrea, viene cada mañana a tomarse el café con nosotros. Ella pidió disculpas, pero ella no tiene culpa, porque en ocasiones fue víctima también. Brayan la golpeaba”, reveló Jelineth, tía, quien exige justicia, que estas dos muertes no queden impunes. “Brayan tiene que pagar”.

Hoy será el sepelio de la mujer que deja huérfanos a dos pequeños.

 

 

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