El diario plural del Zulia

Muerte de quinceañero sería por disparo accidental

Un llanto sigiloso acompañó las insaciables lágrimas de la familia Núñez Villalobos pues, por un descuido, su hogar se enlutó y un segundo fue suficiente para restarles un integrante. Adolfo Sinaí Núñez Villalobos, de 15 años, el menor de tres hermanos, murió el viernes luego de que accidentalmente se disparara un arma de fuego. Hasta ahora se desconoce la versión oficial del caso, por lo tanto, la investigación continúa abierta.

En primera instancia se dijo que, aparentemente, el tiro lo hizo su amigo, de 14 años, de manera accidental. Luego, que la víctima era quien manipulaba el arma y por un error se detonó. Los sabuesos del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), tras los resultados de las experticias determinarán las responsabilidades.

“Todos estábamos conversando en el porche de la casa cuando llegó el amiguito y lo invitó a su casa. Ellos se fueron y como a los 20 minutos regresó para avisar lo ocurrido”, relató un familiar del infortunado. El supuesto culpable y único testigo de la escena asistió a la sede del Cicpc para rendir declaraciones. Alega que Adolfo “se disparó solo”. 

Trascendió que el arma pertenece a Deibi Gallego, padre del presunto responsable. La esposa de Gallego y madre del menor aseguró a los detectives que la pistola calibre 9 milímetros posee porte de armas porque hace tiempo su marido trabajó como escolta en una empresa privada. Sin embargo, el progenitor no se ha presentado ante las autoridades.

No obstante, algunos vecinos del barrio Libertador, parroquia Antonio Borjas Romero, que asistieron a los actos velatorios de Adolfo, comentaban que desde la casa donde se produjo la tragedia siempre se escuchan tiros. “Ese señor trabaja viajando a Maicao y cada vez que él está en su hogar se escuchan tiros”, expresó un doliente quien además agregó que al parecer Gallego, “tiene en el patio de su casa muchos potes ordenados en fila para dispararles. Como si se tratara de una práctica”.

Se conoció que los padres del presunto agresor están separados, la madre vive en la República de Colombia y el menor se quedó en Venezuela con su papá y la actual pareja de este. Un vecino, quien no reveló su identidad, describió al hijo de Gallego como “un muchacho fanfarrón acostumbrado a manipular armas. Se la pasa bebiendo y fumando”, sentenció.

La ausencia física de “El Bebé”, como apodaban cariñosamente a la víctima, familiares, vecinos y amigos un dolor eterno. “Era un muchacho tranquilo, buen estudiante. Todos le teníamos un cariño muy grande”, expresó Carmen Barrera, una amiga de la familia, quien además dijo que “minutos antes de que él se fuera con el amiguito su mamá había llegado del colegio con un reconocimiento que le hicieron por sus excelentes calificaciones”.

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