El diario plural del Zulia

Mortal venganza contra encargado de ferretería

A Juan Andrés Morillo Hiriarte, de 44 años, lo estaban esperando. De un balazo en la frente lo asesinaron, el jueves a las 8:10 de la mañana, cuando se disponía abrir la ferretería Morillo, situada en la avenida 3-C, del sector La Lago, diagonal a la plaza Yépez.

Como cada mañana, Morillo, encargado hace dos años del local, llegó en su Ford Explorer verde, placa GBG07U. Se estacionó en el callejón, al lado de la tienda, y bajó con su ahijado de 45 días de nacido en brazos. No estaba solo. La secretaria y madre del bebé iba de copiloto, según allegados.

Cuando Juan Andrés se bajó de la camioneta y caminó hacia el establecimiento para abrir la santamaría, un joven lo interceptó por la espalda, este se volteó y lo apuntó de frente.

La mujer que acompañaba al encargado le pidió una tregua al maleante, suplicándole que no disparara, pues Morillo tenía a su hijo en brazos. Al criminal la petición no le importó y disparó en la frente del comerciante. Su cuerpo se desplomó en segundos y cayó al suelo aplastando con su peso al pequeño.

El sicario huyó junto a su compinche, que lo esperaba en una motocicleta. Mientras el encargado se desangraba en el suelo. Unos trabajadores de la ferretería que llegaron minutos después de lo sucedido lo auxiliaron a él y al bebé. A ambos los trasladaron hasta la emergencia del Hospital Coromoto, donde los médicos certificaron la muerte de la víctima y atendieron al niño, quien solo sufrió algunas contusiones por la caída.

Reconstrucción 

Los Morillo expresaron, el jueves en la mañana, estar desconcertados. Con tristeza, una tía admitió que al parecer el asesinato se trató de un crimen por encargo, porque el homicida actuó muy rápido. “Iban por él. No le robaron nada”, dijo la familiar sentada frente a la morgue del Coromoto.

Los funcionarios de Polimaracaibo resguardaron el lugar hasta que los sabuesos del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), llegaron al lugar del suceso para realizar sus experticias y la reconstrucción de los hechos.

A las 9:20 de la mañana, el equipo de balística y planimetría midió el trayecto de la bala y la del criminal. Los detectives de la División de Homicidios detuvieron preventivamente a un carpintero que según moradores, alcanzó a ver cómo asesinaron a Morillo.

Revisaron la cámara de seguridad que está en la entrada de la ferretería para ver si había captado al delincuente, pero esta no funcionaba. “Lo mataron por venganza. Estamos averiguando qué hizo o dejó de hacer”, indicó una fuente del cuerpo detectivesco.

Los trabajadores de las tiendas vecinas expresaron su sentir y manifestaron que esa zona del norte de Maracaibo es bastante peligrosa.

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