Militares y delincuentes se dan la mano en la vía fronteriza
El trajín en la vía fronteriza se empieza a notar gris desde Paraguaipoa hasta Paraguachón, motorizados encapuchados y personas armadas a un lado de la carretera se puede topar en este recorrido de tan solo 18 kilómetros, hay alcabalas de la Guardia Nacional, el Ejercito, la Policía y hasta del mismo Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (CICPC).
Sin embargo, según los vecinos estos se toman de la mano al momento de cometer un delito ya que la presencia de los uniformados parece no importarles a estos grupos armados que diariamente asaltan, violan y asesinan a los transeúntes para despojarlos de sus bienes.
Este jueves en horas de la mañana en el sector Macucutao , cuatro personas a bordo de motos y fuertemente armados se cruzaron al paso de un vehículo por puesto de la línea Maicao-Maracaibo, generando que el chofer esquivara la unidad para evitar arrollarlos y este impacto de frente a otro vehículo que venía en sentido contrario en este hecho no hubo víctimas lamentables pero se reportaron 10 heridos de gravedad que fueron trasladados por vecinos hacia el hospital de Paraguaipoa luego que fuesen despojado por los delincuentes a pesar de encontrarse malheridos en la vía.
Esta situación no solo conmovió a los vecinos sino que también denunciaron que la Guardia Nacional del puesto de control El Rabito se acercó al lugar minutos después de atraco y no hizo nada para calmar la situación, ni mucho menos se les pudo prestar apoyo para el traslado de las víctimas.
Para Manuel Rincón, un vecino del sector, esto "siempre lo hacen". "A veces los mismos funcionarios ven como los delincuentes hacen tiros detrás de los carros y ellos más bien se esconden. Por eso señalamos abiertamente que la Guardia Nacional y el Ejercito se presta para los robos que hacen en esta carretera”.
El vecino también agrega que las alcabalas solo son peajes de extorsión en la vía y que no presta ningún apoyo a las comunidades en materia de seguridad.
Las doce alcabalas que hacen vida en esta vía fronteriza son fijas y en cada una de ellas permanecen entre 5 a 20 funcionarios del cuerpo de seguridad que le corresponde. A pesar de esto, los niveles de inseguridad siguen en aumento,
Así lo reportan los directivos de las líneas Maracaibo–Maicao, quienes aseguran que viajan en las madrugadas y les toca pagar hasta 100.000 bolívares por cada vehículo para que los escolten dos motorizados desde la sede del CICPC en Paraguaipoa hasta el sector San Rafael de Paraguachón.
