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Militares cobran Bs. 3.000 por cada carro que pasa hacia Colombia

El abuso de autoridad y la extorsión reina en la frontera. Desde Los Filúos hasta Paraguachón, en un tramo de 18 kilómetros, hay al menos cuatro alcabalas de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) en las que los funcionarios se aprovechan del uniforme, para cobrar peaje y extorsionar a los conductores, obligándolos a pagar Bs. 3.000 mil para dejarlos pasar hasta La Raya.

“El jueves que fui a la frontera, por una cita médica en Maicao, los guardias que estaban en el peaje nos trataron muy mal. Iba con mi yerno en su carro, quien me llevó para evitar que tomara transporte público, pero en el peaje hablé con un oficial y le dije que me dejara pasar, porque no me sentía dispuesta a caminar, respondió que para allá no podía pasar nadie; cuando me devolví al carro, me dijo: Al menos que pagues tres mil bolívares”, así lo afirmó Francia Palmar, una habitante de Los Filúos, que cuenta cómo los “Verde Oliva” extorsionan en plena Troncal del Caribe.

“Me negué a pagar y de inmediato le pidieron a mi yerno que se devolviera, porque para él no había paso”, recordó la afectada.

Extorsión a diario

Luis Villalobos, un conductor de por puesto, que viajó el pasado viernes en la mañana hacia la frontera, denunció que la ambición y la arrogancia de los funcionarios se nota en cada alcabala.

“Es un descaro lo que hacen esos militares. Cuando iba de los Filúos para La Raya, justo en la alcabala de El Rabito, un funcionario detalló mi carro y cómo no pudo quitarme dinero me dijo que le diera mil bolívares al bolero”, relató el chofer.

“En Guarero fue lo mismo, me revisaron al carro hasta el más mínimo detalle y cuando llegué al peaje de Paraguachón el guardia que estaba ahí me hizo señas, diciéndome que me devolviera y cuando le pregunté ¿por qué? me respondió que solo pasaba si pagaba los 3 mil bolívares”, agregó Villalobos.

El conductor además, aseguró que los uniformados le exigen a los choferes chocolates y productos de aseo personal, de reconocidas marcas, para que pasen solventes por las alcabalas.

Este modo de extorsión implementada por los funcionarios militares es el pan de cada día de los conductores que viajan hacia Maicao, o los que simplemente llegan hasta La Raya.

Los castrenses se instalan en el peaje de San Rafael, donde exigen los 3 mil bolívares para dejar pasar a cada vehículo o a 50 metros más adelante, donde se encuentra la entrada de una trocha que sale al otro lado de la frontera, donde también está fijada una tarifa de mil bolívares por cada vehículo y 500 bolívares por motos. Sin importar la condición de salud de cualquier transeúnte.

Estas alcabalas en este tramo de la Troncal del Caribe no han generado ningún tipo de beneficio a la población ya que, según los conductores, a pocos metros de cada punto de control se generan atracos, violaciones y hasta asesinatos a plena luz del día y a la vista de los mismos funcionarios, quienes reciben la denuncia de las víctimas y no actúan.

 

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