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Matanza de burros, para blindaje del narcotráfico

La matanza de los équidos continúa en el municipio Guajira y en sus limitantes con el vecino país de Colombia. Todo señala que esto ocurre por una sola razón: el cebo de la piel del animal neutraliza el olfato de los canes expertos antidrogas y así no pueden determinar dónde va camuflado el alijo.

Unas 10 denuncias ha recibido este mes el Cuerpo de Policía Bolivariana del estado Zulia (Cpbez), en el municipio Guajira, sobre este flagelo.

Otros cuerpos de seguridad como la Policía Municipal de la Guajira y el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), de la subdelegación Paraguaipoa, también han tenido reportes sobre este delito que se ha intensificado en la Guajira.

Una fuente policial aseguró que a pesar de la lucha que mantienen por tener tras las rejas a los delincuentes que cometen estos actos, el Ministerio Público no colabora.

“Se les detiene y se presentan ante el Ministerio Público y enseguida les dictan una medida sustitutiva de libertad y los dejan bajo presentación alegando que estos animales no son una especie protegida ni en peligro de extinción, lo que ha generado una molestia mayor en la población”, refirió una fuente policial que pre rió resguardarse bajo el anonimato.

Y es que según una minuta policial, conseguida por este medio impreso, el pasado jueves detuvieron a dos sujetos con el cuero de un burro, también con los cuchillos con lo que lo desollaron, y aún así la Fiscalía 18 del Ministerio Público, con sede en el municipio Mara, les dictó una medida cautelar.

Según el reporte policial, funcionarios adscritos al Centro de Coordinacion Policial número 17 Guajira, lograron la aprehensión de José Dario González, de 40 años, indocumentado; y José González, de 48 años, a quienes capturaron de manera flagrante tras recibir una denuncia de la comunidad Campo Alegre II, donde les indicaban que en el lugar estaban sacrificando a unos burros para posteriormente quitarles el cuero.

Al llegar los oficiales, se les incautó a los señalados del hecho dos armas blancas tipo cuchillo, las cuales fueron utilizadas para quitarle el cuero al animal. También localizaron el cuero del equino, que estaba a un lado del équido.

A ambos se les dictó medida sustitativa de libertad. Pobladores denuncian que estos sujetos seguirán delinquiendo para sacrificar los animales y vender el cuero en el vecino país por una elevada suma que puede sobrepasar 1.200.000 pesos.

Los venden en Colombia

“El cuero del animal lo utilizan para blindar los alijos de droga, es decir, poder despistar a los canes expertos en detectar la presencia de algunas sustancias estupefacientes y psicotrópicas”, detalló una fuente policial.

Aseguró que las comunidades hacen las denuncias a diario pero parece que esto no detiene a “Los Burreros” que invaden patios y tierras para someter y matar a los équidos.

En un principio tomaban los animales de la sabana libre, ahora van por los que han sido criados en hogares donde los ven como una propiedad valiosa.

Según un poblador de la Guajira, a un señor lo tumbaron de un burro para quitárselo. Ese hecho no lo denunciaron ante la policía, pero sí lo arreglaron bajo las leyes wayuu.

También aseguró que otros hurtos y robos de estos animales han sido saldados bajo acuerdos de la ley wayuu.

Se desata la matanza

Una fuente interna de la Alcaldía de La Guajira asegura que hasta el Alcalde ha manifestado su preocupación por este hecho.

“El alcalde, Hebert Chacón, hará una ordenanza municipal para darle castigo a los que cometan este delito. Todos los organismos están preocupados por lo que está sucediendo, porque por la Fiscalía no hay un ataque fuerte, un castigo con cárcel como debería ser”, destacó la fuente que prefirió mantener protegido su nombre.

Las comunidades afectadas son La Punta, Las Guardias, Los Robles, La Peña, El Cañito, Campo Alegre, la mayoría de las parroquias de Sinamaica y Guajira, dijo el informante.

Las muertes de los asnos se dan, la mayoría de las veces, en los patios de las viviendas donde habitan. Los pobladores están alarmados con esto, porque no hay mayor castigo para los grupos delictivos que están tras el cuero de los burros, utilizado para burlar a las autoridades antidrogas y que pagan en pesos en el vecino país.

“Un burro puede costar entre 60 y 90 mil bolívares, las familias los crían, los cuidan y la mayoría de las veces los utilizan como su único medio de transporte. No les afecta tanto el valor monetario sino el vínculo que pueden crear con la especie”, dijo un criador de esta familia de mamíferos.

ONG, a la defensa

La Sociedad Homo Et Natura advirtió a través de un comunicado, apoyándose de una denuncia publicada por Versión Final, que el exterminio de burros continúa.

En el texto reza: “Este fenómeno empresarial se mudo a la República Bolivariana de Venezuela: a Siapana, Guarpana, Guarerpa, Caimare Chico, Arizona, Los Hermanitos, Los Robles y Campo Alegre.

En el sector Botoncillo vecinos denunciaron que desde un potrero transportaron en varios camiones más de 60 burros, que días después fueron hallados muertos y sin cuero, en el sector El Tamaral, de la parroquia Elías Sánchez Rubio. Tras conocerse de estos hechos ejecutados por bandas, conformadas en su mayoría por vecinos de los mismos sectores donde son ejecutados los animales, se comenzó a denunciar ante los organismos de seguridad en la subregión”.

“El robo de animales se incrementa –continúa el texto–, los mismos que luego aparecen desmembrados y sin cuero. José Mendoza, agricultor del sector Japoncito, en la parroquia Elías Sánchez Rubio, cuenta en medio de su tristeza, cómo le robaron su burro, que utilizaba como medio de transporte para cargas de su pequeña parcela en la vía hacia Guana. Un grupo de personas ingresó al patio de su vivienda y cortando el alambre de púas se llevó al animal. Cuando José se percató del hecho, preguntó a los vecinos, visitó las áreas cercanas y en horas de la tarde encontró al asno en el fondo del potrero. Estaba muerto junto a dos burros más, a los tres les habían quitado la piel”.

“Fui a las dos alcabalas que están en la vía, para ver si me ayudaban a dar con los responsables pero nadie me supo dar respuesta, y llegué hasta la Base Militar de El Escondido donde me atendieron, hice mi denuncia y no me dijeron más nada, hasta llegué al lado colombiano donde también denuncié el caso y los militares me dijeron que desde las zonas de La Majayura y Carraipia en Maicao, también habían reportes de esos casos”, afirmó Mendoza a este rotativo.

La Organización No Gubernamental (ONG) aseguró que expondrá estos casos en instancias y foros internacionales.

“Este caso, ante el silencio cómplice de las autoridades municipales y regionales en competencia en la materia, nos moveremos con los vecinos valientes de Campo Alegre II a llevar estos casos a la Defensoría del Pueblo, a la Fiscalía y a los tribunales si es necesario. Ante la ausencia de Estado y el Gobierno debemos asumir los grupos organizados la defensa de la patria y el rescate de la dignidad, iremos a instancias y foros internacionales de ser necesario”, así nalizó el texto.

 

 

 

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