Así fue planificado el asesinato de empresario italiano por su hijo
Bruno Allio Bonetto, un empresario ítalo-venezolano de 59 años, fue asesinado de un disparo en la cabeza, el viernes a las 7:30 a. m., cuando salía a bordo de su camioneta Jeep Cherokee, placa AC707RV, color negro, del edificio Murano en el sector Don Bosco, al norte de Maracaibo.
Vecinos del sector aseguraron que, luego de recibir el mortal balazo, el infortunado hombre perdió el control del volante y se estrelló contra la fachada del taller Refrigeración Total. Lo bajaron de la camioneta para tratar de socorrerlo, pero resultó en vano.
Los pistoleros huyeron del lugar sin llevarse la camioneta ni alguna pertenencia de la víctima.
Un hijo del infortunado, apodado “Brunito”, es investigado por el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) y está detenido en la sede policial, por su presunta participación en el crimen, según una fuente vinculada al caso.
Trascendió que el joven, quien permaneció en la escena del crimen sereno y le daba consuelo a los familiares que llegaban a conocer la trágica suerte de su padre, presuntamente sacó del sitio del suceso a los sicarios que atentaron contra Allio Bonetto.
“Brunito” habría utilizado su camioneta Ford-F150 color rojo, según los testigos del hecho. La unidad reposa en la sede del Cicpc, en la vía al Aeropuerto, donde le realizarán las experticias pertinentes.
Por la herencia
Según un residente del sector Don Bosco, quien no quiso identificarse por temor a represalias, el hijo de Bruno Allio mantenía malas juntas y era ampliamente reconocido por hacer cosas incorrectas.
Al parecer, “Brunito” estaba descontento con su padre porque este contraería matrimonio con su pareja, una fiscal del Ministerio Público. Y ante este escenario, aparentemente, tenía temor de que el empresario procreara otro hijo y de esta manera compartiera su futura herencia. Los familiares de Allio Bonetto se negaron a declarar el viernes ante la prensa. El Cicpc investiga el entorno del infortunado.
