Matan a un estudiante por bailar con una mujer ajena
Diego José López Rincón, de 25 años, esperaba su acto de grado para convertirse formalmente en Ingeniero Petrolero, egresado de la Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV). Ayer le truncaron su sueño al recibir un disparo en la cabeza, mientras bailaba con “La Negra”, en una tasca ubicada en el barrio Balmiro León, parroquia Idelfonso Vásquez. Al parecer el novio de la joven es el homicida.
El estudiante planificó su fin de semana tras tener días fuertes en su trabajo como obrero, en una fábrica de detergentes, situada en la Zona Industrial del municipio San Francisco.
El sábado en la tarde, organizó con sus primos, unos amigos, sus hermanos y su cuñado, ir a tomarse unos tragos en una sala de billar de Balmiro León, además de jugar un rato y bailar.
El compartir iba bien hasta que López, a las 2:00 de la mañana del domingo, invitó a la prima de su cuñado a bailar. Pasó la primera canción y siguieron. Cuando los pies de ambos ya estaban sincronizados gozándose la música, llegaron dos jóvenes en una motocicleta. El que iba de parrillero se bajó y sin explicaciones apuntó a Diego con un arma de fuego, diciéndole: “Ajá… te la estáis vacilando”, y le propinó el disparo.
Huida y muerte
Diego cayó al suelo, mientras que los homicidas huyeron, sin rumbo conocido. Los presentes salieron de sus escondites y se acercaron al cuerpo que rápidamente se desangró. López murió en el sitio.
“No dio tiempo de auxiliarlo. La bala, al atravesar su cabeza, le quitó la vida, y de llevarlo a un centro asistencial no pudimos porque el pool está muy metido”, dijo una prima, quien lamentaba lo sucedido y comentaba entre lágrimas lo buen muchacho, estudiante e hijo que era la víctima.
Los funcionarios del Cuerpo de Policía Bolivariana del estado Zulia (CPBEZ) llegaron al bar tras recibir la denuncia de lo ocurrido y sacaron a todos los presentes hacia el frente, para resguardar la escena del suceso. Al dueño de la tasca lo detuvieron por averiguaciones.
Mujeres cargan cadáver
Los familiares de etnia wayuu estaban devastados. Cuentan los testigos que, sin más espera, las tías cargaron el cadáver y lo llevaron hasta su casa, en la avenida 92 con calle 43 del barrio Chino Julio, a las 3:00 de la mañana. Cinco horas más tarde llegaron a la vivienda los detectives del Cuerpo de Investigaciones Cientíticas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), para realizar el levantamiento del cuerpo que tenían envuelto en un chinchorro.
Tras recabar datos de lo acontecido los sabuesos del Eje de Homicidios y Criminalística se dirigieron hasta la casa de “La Negra”, localizada frente al colegio José de la Rosa Fernández, para entrevistarla y que confesara quién mató a Diego, pues aparentemente este la conocía. Pero la muchacha nunca dio la cara, dijeron fuentes policiales.
El móvil del crimen es pasional, según los investigadores. El cadáver lo trasladaron los forenses hasta la morgue, donde fueron las mismas mujeres quienes bajaron el cuerpo de la furgoneta y lo acostaron en la camilla. Ellas claman por justicia.
