El diario plural del Zulia

Lo matan de dos tiros por reconocer a sus asaltantes

“Chamo, pero si yo te conozco, ¿me la vas a quitar?”. Estas fueron las palabras que pusieron fin a la vida de Darwin Javier González González, de 36 años, luego de que dos hombres lo interceptaran para robarle la motocicleta.

El hecho ocurrió la mañana del jueves, cuando Darwin salió de su casa, ubicada en el barrio Silvestre Manzanillo, de la parroquia Venancio Pulgar, en su moto modelo Horse, placa AI8- G78A, negra con rojo.

Los antisociales apuntaron al hombre luego de escuchar que los había identificado, y sin piedad le propinaron dos tiros.

Uno de ellos entró por su brazo derecho, alojándose en el tórax izquierdo, mientras que otra le atravesó el brazo.

González aún llevaba el casco, su cabeza cayó directo en el piso, mientras que los antisociales se montaron en la moto del baleado, para huir rápidamente de la escena.

Vecinos y familiares lograron trasladarlo hasta el Ambulatorio de La Victoria, pero Darwin ingresó sin vida. A las afueras de la morgue del centro médico, sus parientes relataron que él salió de su casa, porque iría al banco a depositar un efectivo, que reunió de las ventas de los juguetes en el centro, ya que era comerciante.

El teléfono, el bolso con dinero y demás pertenencias fueron localizados en el lugar del crimen, sus familiares afirmaron que los asaltantes iban por la moto, ya que no se llevaron más nada.

Las lágrimas y el dolor se hizo evidente en el ambulatorio, sus hermanos, primos, y novia lo lloraban. No se explicaban cómo pudo suceder todo tan rápido. “En un momento estás feliz, a los segundos la vida te puede cambiar para mal”, expresó un familiar.

Tres niños quedan en la orfandad. “Había dejado a los morochitos en la casa y regresaba después”, expresó uno de sus cuatro hermanos.

A la morgue de LUZ, ingresó su cuerpo el jueves en la mañana, envuelto en una sábana roja con ores blancas. Detectives investigan el caso donde pereció el comerciante.

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