Lo matan a balazos y lo tiran a un terreno
Eran aproximadamente las 11:40 de la noche del pasado sábado, cuando estruendosos sonidos despertaron a los vecinos del sector El Rodeo, en el municipio San Francisco, vía La Cañada de Urdaneta. La lluvia de disparos tenía un objetivo: un hombre, cuya identificación se desconoce.
A esas horas de la noche ninguno tuvo el valor de salir a inspeccionar de qué se trataba. A lo lejos, algunos osados curiosos lograron ver un vehículo negro escapar a toda velocidad de la escena del crimen, cerca de la planta de tratamiento de aguas servidas.
Al otro día, en la mañana, más moscas que las de costumbre rodeaban un terreno baldío del referido sector. Al acercarse, todos pudieron apreciar el cadáver del hombre.
El infortunado vestía un pantalón de vestir marrón y una camisa a cuadros negros, color vino y blanco. No tenía calzado, sus pies solo estaban cubiertos por unas medias. El cuerpo medía al menos 1,70 metros, era de tez blanca, contextura regular y calvo. A simple vista, no aparentaba más de 30 años.
El cuerpo boca yacía arriba. Los proyectiles atravesaron varias zonas de la humanidad de la víctima. Las partes más afectadas fueron las piernas y la cara. Sus homicidas se ensañaron con él.
Algunos vecinos del referido sector aseguraron que el fallecido no residía en El Rodeo. Sin embargo, aseguraron que su rostro era familiar. El hombre frecuentaba las fiestas tipo open que tienen lugar en ese barrio.
Más de 11 horas reposó el cadáver rodeado de desechos sólidos y sobre la arena amarillenta. Desde las 7:00 de la mañana estaba bajo el imponente sol. Los curiosos en ningún momento dejaron de rodear el lugar.
Los funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) arribaron al lugar a las 10:30 a. m., para levantar el cadáver y realizar las experticias.
Hasta el cierre de la edición se desconocía el móvil del hecho. Los sabuesos de la policía científica presumen que se trató de una venganza bajo la modalidad de sicariato.
