Lo estrangulan para robarle dólares
El cuerpo de Miguel Alfredo Orozco, de 66 años, estaba recostado sobre su cama, completamente desnudo. En su cuello se apreciaba una marca fina, color rojo. El hombre tenía el rostro entre morado y gris. Sus homicidas apretaron un cable hasta dejarlo sin aire. Su hija mayor fue una de las primeras en ver la cruda escena.
La casa de la víctima, número 305, está ubicada en la calle 205 de la primera etapa de la urbanización El Soler, de parroquia Domingo Rus, municipio San Francisco.
La noche del viernes, cerca de las 7:00, sus asesinos ingresaron al inmueble sin problemas. Ninguna de las puertas y ventanas estaban forzadas. La casa no contaba con salidas alternas.
Familiares del infortunado presumen que Orozco conocía a su verdugo. Por esa razón le habría permitido el paso a la vivienda sin contratiempos ni oposición.
Un allegado, quien prefirió resguardar su identidad, especuló que los hampones conocían muy bien al sexagenario, y habrían ingresado a su hogar con la intención de robarle objetos de valor.
“Es posible que lo hayan estudiado, que incluso supieran que para la fecha, Miguel tenía dos semanas de haber llegado de Estados Unidos”, puntualizó el vocero familiar.
Orozco vivía solo desde hace seis meses, cuando el mayor de sus hijos, de nombre Michel Orozco, emigró al país americano de las barras y las estrellas en busca de un mejor futuro.
Del inmueble desaparecieron algunos electrodomésticos y dólares que el asesinado trajo luego de su viaje.
Hombre ejemplar
Miguel Orozco, desde muy joven, se desempeñaba como comerciante informal. Sus seres queridos lo describen como un hombre honesto, trabajador, responsable y ejemplar. Descartan la idea de que el homicidio esté vinculado con alguna venganza. Justificaron que debido a su formación y valores era imposible que tuviese problemas de dinero o diferencias con alguna persona.
El comerciante tenía seis hijos: Cuatro descendientes biológicos de sexo masculino, y dos hembras criadas por adopción. Todos están residenciados fuera del país, entre Estados Unidos y Panamá. Estaba separado de su esposa.
Los funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) realizan experticias para determinar el móvil del crimen, que apunta a una presunta resistencia al robo.
