Lo confunden con ladrón y lo carbonizan
Eliomar José Bracho, de 21 años. Ese es el nombre del joven que golpearon y quemaron vivo en Dabajuro, estado Falcón, el pasado domingo en la noche. Sus familiares alegan que la víctima no era un delincuente como lo señalan los pobladores.
El muchacho no murió al instante, a pensar de haber quedado chamuscado el 98 por ciento de su cuerpo.
Unos paramédicos lo auxiliaron y en una ambulancia lo trasladaron hasta el CDI de la zona, donde por falta de insumos lo remitieron hasta la Unidad de Quemados del Hospital Coromoto, donde falleció el pasado jueves en la madrugada.
Ayer, frente a la morgue de Maracaibo, los familiares contaron que Eliomar salió de su residencia, con un amigo hacia una plaza del sector Lara. Al llegar a esta, una multitud de gente los rodeó. Eliomar quedó acorralado, su compinche logró fugarse.
A Bracho lo señalaban de ladrón. Él lo negaba mientras que lo golpeaban.
Sus fuerzas se comenzaron a desvanecer atado en el poste de alumbrado eléctrico. No tenía cómo defenderse.
Moribundo, lleno de hematomas y sangre, lo rociaron con gasolina. Sus gritos eran desgarradores, recuerdan allegados. Sin temor ni piedad lo prendieron en llamas con un yesquero.
Bracho era un obrero y trabajaba para una hacienda localizada en el sector El Zancudo. Dejó un hijo de seis meses de nacido.
