Lo asesinan frente a su madre e hija
“Tápese la cara señora”, ordenó con un tono de voz brusco un hombre a la madre de Iván José Hoyos Balza de 24 años. Dos detonaciones se escucharon de inmediato, cuando la mujer, de 55 años, se descubrió los ojos vio sobre el pavimento el cadáver de su hijo. Un proyectil le impactó la cara, justo a la altura del ojo derecho. La segunda bala le atravesó la mano.
Los homicidas utilizaron una escopeta, las esquirlas que desprenden al detonar hirieron a la hija mayor de Iván José. La pequeña, que también presenció todo el evento, no sufrió daños mayores.
Aunque no tenían la cara cubierta, la progenitora no puede describir los rasgos faciales de los hampones, tampoco recuerda haber escuchado el sonido de algún vehículo al estacionar. Todo ocurrió muy rápido. Aparentemente los asesinos fueron a pie por su objetivo.
En el frente de una casa ubicada en la calle 201 de la urbanización Rafael Caldera, mejor conocido como Fundabarrios, parroquia José Domingo Rus del municipio San Francisco ocurrieron los hechos. A Iván le dispararon cerca de las 11:30 de la noche del pasado lunes.
Misterio
El pasado viernes 21 de julio unos peritos del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) se llevaron detenido a Iván por su presunta vinculación con la venta y compra de drogas y estupefacientes.
Así lo alegó Fátima Cepeda, hermana de Iván. Agregó que durante tres días su hermano fue objeto de abusos por parte de los sabuesos de la policía científica, hasta que finalmente el lunes en la mañana le permitieron regresar a su casa. En la noche de ese mismo día lo asesinaron en extrañas circunstancias.
Fátima aseguró que la vinculación de Iván con estas prácticas ilícitas son consecuencia de una confusión.
“Él era un muchacho sano. No se metía con nadie. Pensaron que vendía drogas porque el anterior dueño de esta casa lo hacía”, puntualizó.
Desde hace siete meses que Iván, presuntamente conocido en el sector como “El Nariz”, vivía en Fundabarrios junto con su madre, su esposa y sus hijos de 5, 3 y 1 año. Además de una bebé recién nacida.
Antes residía en Los Puertos de Altagracia. Decidió mudarse porque tenía una casa alquilada y deseaba tener un inmueble propio. La mamá de su cuñada, quien vive cerca del lugar donde lo asesinaron, les notificó
sobre la casa en venta, según detalló Fátima.
Iván se ganaba la vida trabajando como obrero de forma independiente. Era el séptimo de ocho hermanos. Los sabuesos del Cicpc presumen que el homicidio responde a una venganza. Trascendió que uno de los hermanos del fallecido perdió la vida en las mismas circunstancias.
