El diario plural del Zulia

Le cortan el cuello y abandonan su cadáver

Los funcionarios del Cicpc investigan para dar con la identidad de la víctima, quien no tenía cédula

Son las 6:30 de la mañana. Muchos de los residentes del sector Bajo Grande 1, ubicado en la parroquia El Bajo, del municipio San Francisco, se disponen a iniciar su jornada laboral, pero los sorprende en el camino el cadáver de un hombre.

El cuerpo está tirado en una trilla del referido sector. Algunos transeúntes caminan sin cuidado, pero el olor de la carne que de a poco se descompone los guía hasta el hallazgo.

Rodeado de desechos sólidos y maleza están los restos. Reposan de lado en forma semifetal, sobre la arena amarillenta. De inmediato, dan parte a los funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), quienes llegan al sitio un par de horas más tarde.

La identidad de la víctima es un misterio, los vecinos de Bajo Grande 1 aseguran que su rostro no es familiar. Los peritos de la policía científica revisan el cadáver, están tras la pista de la cédula de identidad del fallecido, pero es inútil, no posee los documentos.

El hombre es de al menos un metro 70 centímetros, aparenta unos 25 años. Es de contextura regular y su piel es morena. Tiene varios tatuajes distribuidos entre las piernas, el pecho y las costillas.

A simple vista, no se observan lesiones, la vestimenta que trae el cuerpo del hombre, un short negro con rayas amarillas en los laterales y un suéter azul, lo cubre. Sus pies están descalzos. Pero cuando los funcionarios del Cicpc lo levantan para cargarlo a la furgoneta del servicio forense y trasladarlo a la morgue de LUZ, un río de sangre se desborda del cuello del infortunado. Sus homicidas lo desollaron. Cuando le quitan la ropa otras heridas menores con arma blanca aparecen.

El sector en el que ocurre el hallazgo queda situado en la parte posterior de un hotel. Para las personas que viven en las adyacencias, la noche fue silenciosa. No escucharon gritos de una riña, ni vieron nada sospechoso.

Los sabuesos del Cicpc presumen que al hombre lo ejecutaron en otro lugar y luego lo abandonaron en el sitio.

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