Hampones matan a chofer de bus con tiro de escopeta
Cuando Joel Enrique Portillo Cánquiz, de 32 años, se disponía a iniciar su labor como chofer de un autobús de la ruta La Cañada-Maracaibo, dos sujetos lo mataron con un disparo de escopeta, cerca de las 5:00 de la mañana del martes, en la calle 18-A con avenida 4, del sector El Chaparral, en La Cañada de Urdaneta.
Familiares refirieron desde el lugar de los hechos que Portillo Cánquiz, frente a la vivienda de su progenitora, situada al lado de su residencia, había encendido la unidad autobusera y bajó de esta para que calentara el motor.
Se conoció que el transportista, al momento de bajar del bus, visualizó a dos hombres quienes presuntamente pretendían incursionar en la casa de su madre, y comenzó a gritarles para que salieran de esa recinto.
Presuntamente, señaló una fuente policial, se trataban de dos jóvenes, uno tenía una escopeta. Al parecer, sus intenciones eran perpetrar un robo.
El sujeto que portaba el arma de fuego apuntó a Portillo, a quien no le dio tiempo de correr, y le disparó en la cabeza, para dejarlo malherido.
Los antisociales huyeron en carrera y son activamente buscados por los cuerpos policiales.
A un lado del colectivo quedó tirado el trabajador del volante, fue socorrido por vecinos del sector, quienes escucharon unos cuatro disparos y al salir se encontraron con la dantesca escena.
Tragedia
Un grupo de familiares de Portillo lo cargó para embarcarlo en un vehículo particular y trasladarlo hasta la emergencia del Hospital Concepción I de La Cañada, donde los médicos de guardia intentaron salvarle la vida, pero la herida en la cabeza era muy grave y fue inevitable el deceso.
Mientras eso ocurría, el propietario de la unidad de transporte la abordó para llevársela, según moradores.
En el pavimento de la calle 18-A, frente a la residencia de la madre de Portillo, había vestigios del charco de sangre del malogrado. Allí, detectives del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), base La Cañada, realizaban experticias y colectaron el cartucho azul del proyectil de escopeta que acabó con la vida del chofer.
La cuñada de la víctima, Keila Parra, afirmó que Joel no tenía problemas con nadie y presume que pudo haber ocurrido por una resistencia al robo.
Compañeros de labores refirieron que el infortunado tenía dos años como chofer en la ruta y antes era colector. Sin embargo, la cuñada refirió que antes Portillo llegó a manejar un autobús en La Cañada de Urdaneta.
