Hallan en burdeles de Cartagena a 23 esclavas sexuales venezolanas
Una nueva operación contra las redes de trata de personas y proxenetas en Cartagena, por parte de la Fiscalía, permitió el hallazgo de 49 mujeres que eran sometidas a tratos crueles y obligadas a ofrecer servicios sexuales, 23 de ellas indocumentadas venezolanas.
La operación judicial es la segunda fase de la ofensiva contra redes criminales con tantáculos en el exterior que funcionan desde la capital de Bolívar. En la operación Vesta ya habían sido capturadas 18 personas, según difunde el diario El Tiempo.
El operativo se concentró en tres establecimientos nocturnos ubicados en el sector conocido como Bomba El Amparo y allí se detectó la existencia de una modalidad de trata de personas interna, en la que jóvenes, especialmente venezolanas, eran convencidas de viajar a Cartagena con ofertas tentadoras de trabajo, cuando en realidad eran obligadas a ofrecer servicios sexuales.
Estas mujeres fueron rescatadas del dominio y la intimidación de una presunta organización de proxenetismo que las mantenía en hospedajes ubicados en sótanos y precarias condiciones, les proveía una alimentación inadecuada, les retenía cédulas y pasaportes para tener control sobre sus movimientos, las explotaba sexualmente y la mayor parte de los recursos obtenidos eran tomados por la misma red, a título de ‘cobro’, por el alojamiento y manutención", señaló la Fiscalía.
En los allanamientos se encontraron libros de registro con los listados de las jóvenes vinculadas. En los documentos aparecen frente a cada nombre los valores que adeudaban multas por el aparente incumplimiento de las restricciones impuestas y el promedio de servicios sexuales que debían cumplir en cada jornada.
Ahora las investigaciones se centran a ubicar y judicializar a los integrantes de la organización que cumplían distintos roles, desde el reclutamiento de las mujeres hasta su control y amedrentamiento que les impedía escapar.
Asimismo, se anunció que se iniciarán los procedimientos de extinción del derecho de dominio de los inmuebles utilizados para estas actividades ilegales.
En uno de los locales se encontró un pasillo secreto que comunicaba a dos de los establecimientos y, al parecer, era utilizado por clientes y mujeres para encuentros sexuales o evadir la intervención de las autoridades.
