Grupos irregulares tuvieron en cautiverio a Barboza
Fernando Javier de Jesús Barboza Fuenmayor, de 37 años, rogó a dios por su vida durante 140 días. Sus familiares tras el secuestro permanecieron en vilo hasta que los captores, miembros de la guerrilla Colombiana, en territorio venezolano llamaran a exigir la suma de 50 millones de dólares a cambio de la vida del ganadero.
Ni un bolívar más ni uno menos pedían. Para el momento los Barboza sintieron la muerte de Fernando encima, aseguró un allegado. “No tenían ese dinero ni vendiendo todas sus propiedades y objetos de valor”.
Angustiados, recurrieron a los Funcionarios del Grupo Antiextorsión y Secuestro (GAES), quienes formaron una comisión al mando de Carlos Manjarres, comandante jefe, un oficial subalterno y 10 sargentos de tropa profesional, para ubicar a Fernando, sobrino del diputado de la Asamblea Nacional, Omar Barboza Gutiérrez. Después de 133 días en cautiverio, los efectivos dieron con su paradero. Se trasladaron en vehículos civiles y militares hasta el municipios Jesús Maria Semprún, en Sur del Lago. En el sector Valle Verde, de la parroquia Casigua El Cubo, el 18 de agosto, 10 desconocido armados emboscaron las camionetas del Gaes. A punta de tiros los recibieron y en el ataque quedó herido el primer teniente Montufar y el Sargento Primero González Pinto.
Tras ser heridos perdieron el control de la camioneta 4Runner donde iban y se volcó. El rescate se frustró. Uno de los guerrilleros quedó herido, lo auxiliaron sus cómplices y se retiraron de la zona. A los uniformados los auxiliaron. Están con vida y estables. Barboza supo que lo buscaban, sintió cerca su libertad, que tuvo siete días después en la ciudad de Cúcuta, Colombia, luego de que sus familiares negociaran y cancelaran solo 100 millones de bolívares.
