El diario plural del Zulia

El mototaxista que aislaron en Tocuyito

Al hombre wayuu tras su aprehensión no se le garantizó el debido proceso. Su detención fue en la Guajira con un bolso con presunta marihuana

A unos 550 kilómetros de Maracaibo, en el Internado Judicial de Carabobo, conocido como Tocuyito, está recluido Franklin González, un wayuu que se ganaba la vida como mototaxista en Paraguaipoa, municipio Guajira.

Un bolso con un kilo 55 gramos de marihuana cambió el destino del chofer que, en la actualidad, está envuelto en el retardo procesal que encabeza una de las precariedades del sistema judicial venezolano.

El 5 de mayo de 2015, González transitaba por la vía buscando clientes. Dos muchachos lo abordaron, llevaban consigo un bolso. Al pasar por un punto de control de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) los funcionarios le pidieron que se detuviera.Franklin bajó la velocidad y mostró su identificación. Sus acompañantes decidieron huir, dejando el bolso.

Según consta en las actuaciones policiales, Franklin no opuso resistencia a la revisión de su documentación, y dijo desconocer lo que portaban sus pasajeros. Tras la detención lo retuvieron en el Comando Zonal N° 11, Destacamento N° 112, Cuarta Compañía Cuarto Pelotón de la GNB en Paraguachón.

Dos días después se realizó la audiencia de presentación ante el Tribunal Sexto de Control. En la audiencia el Ministerio Público imputó a Franklin el delito de tráfico de estupefacientes y solicitó medida preventiva de privación de libertad, y también, que se declarara la aprehensión en flagrancia. La defensa
se opuso a los alegatos y peticiones del Ministerio Público, solicitando que se dictara otra medida cautelar menos gravosa. Pero no lograron que saliera en libertad bajo una medida. Se considera que el tráfico de estupefacientes es un delito de lesa humanidad que amerita reclusión inmediata.

El 27 de julio de 2015 en la audiencia preliminar ante el Tribunal Sexto de Control, el Ministerio Público lo acusó del delito, lo que lo conllevó a la apertura de juicio. La fecha se pautó para el 31 de agosto de 2015, ante el Tribunal Décimo de Juicio. La audiencia no se celebró y se pospuso continuamente.

Unas 16 veces se difirió la audiencia por varias razones: la realización de otros juicios y la falta de traslado. A González lo mantuvieron detenido en Paraguachón hasta marzo de 2016 cuando decidieron trasladarlo a El Marite y tras su cierre su nuevo centro de reclusión fue a unos 550 kilómetros del Zulia, en la cárcel de Tocuyito, imposibilitando su traslado para la continuación del juicio, y por esta causa el
diferimiento constante.

El retardo procesal es injustificado, sometiendo a una reclusión indefinida, sin posibilidad de recibir un juicio justo. Su defensa hizo lo posible para lograr que lo volvieran a trasladar al Comando de la GNB, justificando que Franklin es wayuu, así como todo su grupo familiar que vive en la Guajira.

Debido a sus condiciones socioeconómicas se les hace imposible cubrir los límites mínimos de subsistencia, y abarcar los altos costos monetarios que implica la reclusión fuera del Zulia.

Los continuos traslados desde Paraguaipoa hasta Valencia que incluyen pasajes, estadía y alimentación son imposibles costear para la familia del mototaxista que ahora vive hacinado en Tocuyito.

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