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El Cicpc liquida a un exreo de la cárcel de Tocorón

A las 6:00 a. m. de este viernes, fuertes detonaciones fueron motivo de desvelo para los habitantes del barrio Cujicito, de la parroquia Idelfonso Vásquez, noroeste de Maracaibo. Los vecinos no se percataban de dónde provenían las descargas de balas. Cocteleras encendidas de una unidad móvil del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) fueron la señal. Al presunto miembro de una peligrosa banda delictiva lo liquidaron en un careo, en la vivienda 35-15, calle 37 del sector.

El ultimado quedó identificado como Deivi Enrique Ortega López, de 31 años, apodado “Deivi El Cheché”.

Los sabuesos de la policía científica indicaron que Ortega era investigado desde hace meses por los delitos de homicidio, robo de vehículos y extorsión.

Los funcionarios del Cicpc, adscritos a la Brigada contra las Bandas, sorprendieron a “El Cheché” en su vivienda. Dijo una fuente policial que le dieron la voz de alto y el hombre hizo caso omiso, por lo que se generó un intercambio de disparos que neutralizaron al individuo. A este lo trasladaron hasta el ambulatorio más cercano, donde ingresó sin signos vitales.

En el procedimiento, al sujeto se le incautó un escopetín, sin marca ni serial visible.

Injusticia

“Si están buscando a un delincuente, llévenselo preso. ¿Por qué lo matan de esa manera?”, se preguntaron indignados y llenos de rabia los familiares de Ortega López, en las afueras de la morgue de LUZ.

Un pariente del infortunado, quien por seguridad no reveló su identidad, relató que los funcionarios rompieron las rejas de la residencia. “Los uniformados sacaron de la casa a la esposa de Deivi y la trasladaron hasta la delegación del Cicpc, y en ese momento se escuchó la detonación”.

Uno de los vecinos reveló que “El Cheché” estuvo recluido siete años en la cárcel de Tocorón, estado Aragua, por presuntamente robar aparatos telefónicos.

Ortega tenía cuatro meses de haber salido del centro penitenciario. Sin embargo, se encontraba bajo presentación con la Fiscalía Quinta, según informó el habitante de la barriada.

Su tía, María López, dijo que su consanguíneo había recapacitado, ya no se encontraba en malos pasos. Indicó además que luego de cumplir varios años encerrado, se desempeñaba como comerciante, vendiendo alimentos desde su vivienda.

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