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Detienen a tres venezolanos por espeluznante asesinato de una mujer en Perú

Vinculan a Darwin José Arcila Quiroz (32), Lorenzo David Thompson Villena (22) y Jorge Bracho Zapata (33) con el crimen de Marisol Estela Alva, localizada muerta dentro de un cilindro en Lima.

La Policía Nacional de Perú capturó este viernes a tres venezolanos que presuntamente estarían implicados en el crimen de la estudiante de enfermería Marisol Estela Alva, quien fue hallada muerta el pasado 4 de diciembre dentro de un cilindro rellenado de concreto, en Villa El Salvador, Lima.

Unos 10 policías vestidos de civil ejecutaron un operativo en el hostal Paraíso Azul, ubicado en Villa María del Triunfo, para detener a los criollos, informó el noticiero '24 Horas'.

Cuando se descubrió el caso, testigos contaron a la Policía que vieron a cinco hombres, cuatro de ellos extranjeros, realizando una fosa en un descampado de la avenida Pachacútec. Incluso, usaron un montacarga durante los trabajos. Los sujetos se marcharon y decidieron volver en la noche para continuar con el entierro del cilindro. Sin embargo, abandonaron todo al verse sorprendidos por los vecinos.

Un trabajador del hospedaje relató que los agentes pidieron que no se toque las pertenencias de los venezolanos. Ellos vivían juntos dentro de una habitación hace seis meses.

Además, señaló que los detenidos alegaron ante la Policía ser inocentes y que no participaron en el homicidio de Marisol Estela Alva. Confirmó que ellos aparecen en un video junto a la víctima y a Luis Estebes Rodríguez, principal sospechoso del feminicidio.

De acuerdo a las imágenes de cámaras de seguridad, Estebes Rodríguez sería la última persona que estuvo con la joven, ya que él la habría recogido en su vehículo cuando salió del instituto donde estudiaba.

El suboficial del Ejército es activamente buscado en Perú. La Policía lo incluyó en el programa de recompensas y ofrece 20 mil soles a quien brinde información sobre el paradero del militar.

Un testigo, clave

Ante una fiscal y efectivos de la PNP, un testigo reconoció plenamente a uno de los venezolanos que enterró en una fosa de tres metros de profundidad el cilindro metálico en donde estaba oculto el cadáver de Marisol Estela Alva.

El vecino, de iniciales D.P.D.A., participó la tarde del último jueves en la diligencia de reconocimiento físico en las instalaciones del Depincri de Villa El Salvador.

El testigo reconoce plenamente al ciudadano Darwin José Arcila Quiroz (32), porque tuvo un enfrentamiento verbal con este sujeto al momento que estaba enterrando un cilindro con otras personas, según una fuente policial.

Arcila fue detenido la noche del último miércoles en el hostal Paraíso Azul, en Villa María del Triunfo, junto a sus compatriotas Lorenzo David Thompson Villena (22) y Jorge Bracho Zapata (33).

Al respecto, Roger Pérez Figueroa, jefe de la División Policial Sur 2, informó que fueron cuatro los sujetos que enterraron el cilindro en un basural de Villa El Salvador.

“Los tres venezolanos detenidos vivían en una sola habitación y hacían las mismas actividades diarias. El cuarto no vivía con ellos, pero ya estamos intensificando la búsqueda”, declaró.

“Vendemos helados”

El oficial dijo que el grupo de venezolanos trabajó en la pastelería del suboficial del Ejército del Perú Luis Estebes Rodríguez. No obstante, los detenidos aseguraron que actualmente se dedicaban a la venta de helados y la noche en que se halló el cilindro estaban en una fiesta. “No participamos de ningún crimen, no tenemos nada que ver”, dijo Darwin.

Thompson afirmó que la noche del 3 de diciembre se encontraban en una fiesta y que tienen testigos. Finalmente, Bracho Zapata indicó que hace tres meses que ya no trabajan en la pastelería de Estebes.

La estudiante Marisol Estela Alva (25) fue asesinada y sobre su cuerpo vertieron químicos para reducirlo. La colocaron en un cilindro y la cubrieron con cemento, e intentaron enterrarla en una fosa de tres metros en Villa El Salvador.

Este terrible caso se descubrió a las 2:00 de la madrugada del 4.00 de diciembre en la avenida Pachacútec.

Un vecino se percató de que cinco sujetos, entre ellos cuatro supuestos venezolanos, llegaron con un montacarga al citado lugar. Se acercó a los desconocidos para preguntarles qué estaban haciendo.

Fue en ese momento que se percató del fétido olor que provenía de un cilindro. Les increpó a los sujetos, con quienes tuvo un intercambio de palabras, y en ese momento se percató de que eran venezolanos.

Estos últimos, al verse descubiertos, huyeron en una minivan. Los moradores del lugar llamaron a la Policía y después de más de tres horas recién se pudo destapar el cilindro, que en su interior tenía el cuerpo de Marisol Estela, estudiante del segundo año de Enfermería del Instituto Arzobispo Loayza.

 

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