Designan grupo especial para investigar caso Okinawa
El crimen de Estela Marina Larreal Parra, ejecutado el pasado 31 de diciembre, dentro de su casa, en el conjunto residencial Okinawa, vía a Perijá, está en la palestra de la opinión pública.
Por ello los jefes del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), asignaron ayer, una comisión de ocho detectives para que se aboquen exclusivamente al caso de la mujer, de 74 años, golpeada con un objeto contundente hasta ser asesinada.
Para los investigadores el caso es atípico. “La dama presentó tres heridas en la cabeza y hematomas en su cuerpo. Su teléfono celular lo dejaron sobre la parrilla que está junto al lavadero, donde presuntamente la sometieron y luego escondieron su cuerpo a 20 metros de la cerca perimetral, que resguarda su granja de una hectárea. Son muchas cosas que indagar. Además de llenarle la boca con huesos de res. Fue mucho el ensañamiento”, expresó el vocero del cuerpo detectivesco.
La comisión especial, ayer en la mañana, para comenzar con las indagaciones, citó a Marcial y a Oscar González, hijos de la víctima, para ser interrogados.
“Hasta ahora todos son sospechosos, hasta que no culminen las averiguaciones, que en un principio se manejó como una venganza de parte de dos azotes que fueron denunciados por la secretaria jubilada de Pdvsa, hace tres meses, ante efectivos de Polisur. Esta hipótesis aún no es descartada”, indicó el policía.
Con el fin de llegar al fondo de como sucedieron los hechos, los uniformados junto a sus jefes y apoyo del equipo de criminalística del Cicpc Zulia, se trasladaron en sus unidades hasta el complejo campestre, donde residía Estela, junto a su hijo Marcial, desde hace 15 años.
Junto a los sabuesos harán pruebas de dactiloscopia y colectaran pruebas que los ayuden a dar con o los asesinos de la mujer, que presidió por años la Federación y Asociación de Secretarias en Venezuela.
