Denuncian muertes tras falla eléctrica
Veinte minutos sin servicio eléctrico fueron suficientes para que la máquina que dispensaba oxígeno a Neuro Enrique Montiel, de 23 años, lo dejara sin respiración. El hombre estuvo recluido en la unidad de quemados del hospital Coromoto por siete días. Tenía el 80 por ciento del cuerpo carbonizado, pero aún así estaba respondiendo al tratamiento.
El hermano del infortunado, Neiro Montiel, explicó que el pasado miércoles 31 de mayo Neuro, quien era mecánico de profesión, se encontraba trabajando en el taller que tiene en su casa, ubicada en el barrio Los Olivos. Intentaba reparar la pila de la bomba de la gasolina del vehículo de un cliente y un chispazo fue suficiente para iniciar las llamas que consumieron su cuerpo.
Siete horas después, aparentemente, un niño de 10 años murió a consecuencia del corte eléctrico.
Anderson Josué Guillén Rosario tenía cuatro meses en la unidad de quemados del Coromoto. Los familiares se negaron a revelar detalles sobre el accidente. Pero se logró conocer que el infante, junto a sus padres, vivía en el sector Caja Honda, en el estado Trujillo.
Su padre, Orlando Gregorio Guillén Quintero, precisó la hora de la muerte a las 4:30 de la madrugada de ayer.
