El diario plural del Zulia

Degüellan a una estudiante para robarle su celular

Róbinson Albornoz fue detenido con el teléfono de su víctima, en el sector Los Samanes

A Mariálex Andrea Lovrecich Rondón, de 19 años, un teléfono le costó la vida. Tras 24 horas desaparecida, su cadáver lo hallaron en una casa abandonada, en la avenida 41, sector Los Samanes, entre carretera O y calle Falcón, Ciudad Ojeda, municipio Lagunillas, el viernes cerca de las 4:00 p. m. Por el hecho detuvieron a un vecino.

Mariálex salió de su casa, en el barrio José Félix Ribas, la noche del jueves. Avisó a sus padres que iba a reparar un celular que le envió su prometido desde el exterior, días atrás.

La joven quería actualizar el aparato y compaginar data. Le pidió el favor a su amigo y vecino Róbinson Antonio Albornoz Polanco, de 24 años, alias “El Pegao”, quien aceptó. Presuntamente se verían en un cyber.

Después de actualizar el móvil, Róbinson acompañó a la joven a regresar a su casa. Él vivía en Los Samanes. Lovrecich lo consideraba su amigo. Al parecer, en la vía, la acorraló y con una navaja la degolló. Buscaba quedarse con el celular para venderlo.

Teléfono clave

No hay crimen perfecto. Desde el mismo teléfono de Mariálex enviaron un mensaje a su mamá, esa noche del jueves. Le decían que se iba a Colombia y que no la buscara. Su progenitora se extrañó, pues el venidero 15 de diciembre contraería nupcias con su novio de más de tres años.

Empezó a llamar a sus amigos y familiares, también a su móvil. No recibía respuesta. La buscó en hospitales y por el vecindario, hasta que encontraron su cuerpo.

La vivienda donde dejaron a Mariálex, al estar abandonada, la usaban como un vertedero. Una vecina iba a echar basura, y al ver los pies de la chica se asustó y avisó a la policía.

Detectives del Eje de Homicidios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) se acercaron al sector y comenzaron las pesquisas para esclarecer el homicidio de Lovrecich. Tras varias entrevistas
en su círculo, alguien manifestó que la había visto con “El Pegao” ese día. El teléfono era la clave. Las piezas comenzaron a encajar y buscaron a Róbinson. Él tenía el aparato. El joven recibió arañazos en la espalda, en señal de resistencia de la estudiante de Tributación y Aduanas, quien tenía dos hermanas.

Una fuente vinculada al caso señaló que Albornoz se planteó arrojar el cadáver en un jagüey, para que no la encontraran, pero sus planes se vieron truncados. Albornoz se encuentra detenido en la subdelegación Ciudad Ojeda, mientras indagan si tenía cómplices del hecho. El cuerpo de la joven fue llevado a la morgue del cementerio Santísima Trinidad, de Cabimas.

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