Degüellan a dueña de un Cyber para robarla
Con unas sabanas y unas franelas, delincuentes cubrieron el cadáver de Nury Esperanza Chestary de Medina, de 60 años, luego de haberla degollado, dentro del Cyber que por años ha funcionado en su residencia 43B-138, en la avenida 6 del sector Altos de Jalisco, parroquia Coquivacoa. La mataron para robarle.
Entre las 12:00 y las 2:00 de la tarde de ayer, alguien cercano a la sexagenaria ingresó a la vivienda sin violentar puertas. Nury administraba su negocio. Y cada día durante esas horas descansaba, cuenta su hermano menor, Alfredo José Castillo.
“Su asesino sabía sus movimientos. Este revisó la cesta debajo del escritorio, donde ella siempre guardaba el dinero de las ganancias diarias del local. Se llevaron las lleves de su Chevrolet Optra dorado —que además hurgaron—, las llaves de su apartamento en el edi cio Guaricha, por Plaza Las Madres y un teclado. No se llevaron una paca de dinero que estaba en la vitrina porque de seguro no la vieron”, relató el doliente.
Alfredo vive a unas cuadras del negocio de su hermana, una señora amable, sencilla y excelente persona, según los vecinos, de las mejores de la zona.
Hallazgo
Castillo pasó por la casa de Nury y se quedó hablando con unos amigos frente al colegio Raúl Cuenca, que está pasando la calle. El hombre notó que el portón estaba cerrado y le pareció extraño. Uno de sus hijos lo acompañaba.
Este, mientras el padre siguió a hacer una “vuelta” más adelante, abrió el portón y se asomó por la puerta de vidrio. Como esta no le contestaba, entró al local y al revisar la encontró boca arriba, y cubierta detrás del escritorio. Angustiado comenzó a llamar a su padre. Alfredo se regresó, por un momento pensó que su hermana estaba dormida, pero al tocarle el pulso y ver que un charco de sangre la rodeaba supo que estaba muerta.
“Enseguida llamé a las autoridades. Revisé la parte de atrás y dejaron unas puertas abiertas. Los maleantes revisaron la casa y los inquilinos de las habitaciones que tienen alquilada, nadie vio nada”, expresó.
Los vecinos aseguran tampoco haber visto algo irregular. Insisten en que la sexagenaria, mayor de cuatro hermanos, “era una bella persona y realmente quisiéramos saber quién fue el desgraciado que la mató”.
Nury era una mujer autosuficiente. Quienes la conocieron la recuerdan sana. Tuvo tres hijos. Dos varones, uno graduado de ingeniería en sistemas y otro abogado. Ambos, por la situación país, se marcharon a Chile. Y su hija, la mayor, Nieve Esperanza Medina, ex Miss Peninsula Guajira, hace años, se fue a vivir a Italia, donde es modelo. Los sabuesos del Cicpc levantaron el cadáver a las 5:00 de la tarde. Y luego iniciaron una serie de allanamientos en busca del los criminales.
