Chofer del bus robado y hampones son primos
El conductor del autobús 148 de Metromara, Keny Gedler, y los sujetos que incurrieron en el atraco ocurrido el pasado viernes en la tarde, “disfrazados” con suéteres rojos del Metro de Maracaibo, son primos, dijo una fuente interna de la empresa de transporte.
Según la mencionada fuente, el suceso se registró en el corredor vial de Amparo, a la altura de una granzonera, y no como se dijo al principio, en El Varillal.
Precisó el informante que Gedler, quien se transportaba en la unidad junto a empleados del Metro y dos milicianos, abordó en Amparo a los hombres, identificados por fuentes policiales como Luigui Aldana y Mackil Barroso, quienes tenían puestas las franelas rojas y eso sirvió de pretexto para montarlos. El dúo cargaba un “arma de fuego”, que esgrimió para apuntar a quienes tripulaban el bus.
Le exigieron a Gedler entregara la caja de seguridad con los 200 mil bolívares, que luego se llevaron.
Obligado
Bastaron unos segundos para que los milicianos conminaran a Gedler para ir tras los delincuentes, por eso le pidieron que detuviera la unidad.
“A regañadientes”, el chofer paró el autobús, para que los ocupantes corrieran tras Aldana y Barroso. Como cerca de la granzonera había piedras, los perseguidores tomaron varias para atacar al par de cacos, cuando se percataron de que la pistola que cargaban estos era un “facsímil” (de juguete).
Barroso debió ser internado en el Hospital Militar, y está bajo custodia. Su compinche fue detenido por el Cicpc, donde confesó que Gedler estaría implicado, por eso el conductor también fue aprehendido.
De esta manera se investiga un presunto “autorobo” de la valija de seguridad con el dinero.
Se conoció que esa unidad funge como una suerte de “oficina” en el antiguo Core 3, una taquilla para recargar y adquirir la tarjeta para los usuarios del bus. Gedler iba con destino a la sede del Metro de Maracaibo, situada en Altos de La Vanega, antes de los hechos.
