“Chabelita” fue víctima de maltrato en reiteradas oportunidades
Un calvario vivió la pequeña Ana Isabela Sulbarán, “Chabelita”, durante cuatro meses. Fue víctima constante de maltrato físico por parte de su padrastro, Javier Atencio, alias “El Guajiro”, de 22 años, según relató María Sulbarán, tía de la pequeña.
“Hace 24 días ese hombre me amenazó de muerte. Yo le reclamé porque golpeó a la niña tan salvajemente que le fracturó una pierna”, prosiguió relatando indignada la tía de la niña de siete meses. “El Guajiro” no solo la maltrataba. Emily Sulbarán Jiménez, es madre de otros tres niños de 7, 5 y 4 años, quienes también vivieron el FLagelo de convivir con un hombre abusivo.
“A la bebé de cuatro años la golpeó tan fuerte en la cabeza que le arrancó cabello y todo eso lo supimos porque la niña nos contó”, agregó otra de las parientes de Emily. Al niño de 5 años “le marcó una hebilla en la espalda de una golpiza que le dio, por eso mi mamá le quitó a los tres hijos mayores”, agregó otra pariente de Emily.
El resultado de la autopsia según comentaron reveló que Ana Isabela fue abusada sexualmente por “El Guajiro”, de quien se desconoce su paradero. Una hermana de 19 años de “El Guajiro”, era quien estaba a cargo de la pequeña Ana Isabela cuando ocurrió su muerte.
Justicia
“Si la ley no me cumple, yo haré justicia con mi propia mano”, afirmó la tía de la pequeña. En una humilde vivienda de la calle 185 con avenida 49B del sector El Silencio, barrio 24 de Julio del municipio San Francisco permanecía el pequeño ataúd blanco donde reposaba el cuerpecito de Ana Isabela.
Sus familiares se vieron en la necesidad de hacer una recolecta monetaria para realizar el sepelio que se efectuará hoy a las 10:00 a. m., en el Cementerio Municipal San Francisco de Asís.
Bajo averiguaciones
Funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) para proseguir con las investigaciones detuvieron a Emily Sulbarán, madre de la pequeña; Ingrid (madre de “El Guajiro”) y la hermana de 19 años del hombre para empezar los interrogatorios y así determinar que tanto sabía, cada una de ellas, sobre los abusos que vivió durante meses la inocente Ana Isabela.
