El diario plural del Zulia

Asesinan a comerciante en Los Cortijos

Dos disparos en la cabeza fueron suficientes para acabar con la vida de Junior José Prieto Pirela, de 33 años, conocido como “El Guajiro”.

La víctima se encontraba con un grupo de amigos en la venta de pastelitos y arepas “Don Chucho”, en la calle 219, con avenida 49E, del sector Los Cortijos, del municipio San Francisco.

Estaba desayunando, cuando dos desconocidos llegaron a las 9.15 de la mañana, en una motocicleta, a despojar a los comensales de sus pertenencias. Los 15 clientes que estaban en el puesto de comida entregaron todo lo que tenían, pero Prieto no.

Cuando los antisociales le exigieron sus cosas, este se negó, pretendió defenderse con un arma que llevaba en su cintura, pero los vándalos al percatarse de su acción, le propinaron dos balazos en la cabeza.

Los homicidas, tras ver a su víctima agonizando, tomaron las llaves de su camioneta Silverado, marrón, placa A62CC5M y huyeron en ella.

El lugar estaba lleno de curiosos. Comentaban que “El Guajiro” era muy querido por todos, vivía en el sector y lo catalogaron como un hombre trabajador.

Minutos después del suceso los familiares del baleado llegaron y vieron como este se desangraba, en la silla en la que estaba comiendo.

Jairo Prieto, progenitor de la víctima, contó que su hijo comía casi a diario en el establecimiento. “Junior tenía una ruta. Desayunaba allí y luego se iba a su trabajo”.

Se conoció que el infortunado estaba casado. Era comerciante y tenía una pequeña granja desde hace tres años en el kilómetro 31 vía a Perijá.

La madre de Prieto llegó a la escena, cuando vió el cuerpo de su hijo se desplomó. Dos hombres la cargaron y la montaron en un vehículo. La esposa del infortunado estaba presente. Un sujeto del que no se saben detalles no desamparó el cuerpo hasta que la policía científica realizó el levantamiento del cadáver.

Efectivos de Polisur acordonaron el lugar hasta que el CICPC se apersonara al sitio a recolectar las evidencias del asesinato

Manejaba una ruta
Junior Prieto tomaba todos los días el mismo camino. Se paraba muy temprano y se iba a desayunar a la arepera, de allí tomaba su camino a la granja. Por información constatada por su padre siempre estaba armado.

“Mi hijo se la mantenía armado para defenderse. Los ladrones se llevaron todas sus cosas, hasta la pistola que tenía”.

Comentó que la progenitora en más de una oportunidad le pidió que no comprara ese vehículo, pero que no hizo caso. Tan solo tres meses tenía con la camioneta. Una fuente policial reveló que la camioneta Silverado fue hallada en el sector El Soler.

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