El diario plural del Zulia

Asesinan a carretillero tras dos atentados

A la víctima la atacaron a las 2:30 de la mañana de ayer, cuando caminaba rumbo a su casa

La tercera es la vencida, reza un dicho. A Neimer Jesús Padilla Mendoza, de 24 años, ya lo estaban cazando. La semana pasada y antepasada también intentaron matarlo pero no pudieron. Hasta que ayer en la madrugada, lo lograron. Lo interceptaron a unos 100 metros de su hogar, en el barrio Estrella del Lago 3, parroquia Francisco Eugenio Bustamante y lo ultimaron de un tiro de escopeta en la cabeza.

Sus familiares contaron que Neimer estaba en casa de unos amigos ingiriendo bebidas alcohólicas y a las 2:30 de la mañana decidió irse a su casa caminando. Cuando pasaba detrás de la escuela Tepichi Talachi, en la calle 79-E, lo abordaron unos desconocidos y lo ultimaron.

La detonación alertó a los vecinos, quienes minutos después le avisaron a Julinell Peña, su hermano de crianza. El joven se acercó hasta el lugar de los hechos. Allí estaba su pariente sin vida sobre la trilla.

Los parientes lo lloraban. Los vecinos especulaban y al ver que pasaban las horas y las autoridades no se presentaban a levantarlo, su madre Diana Mendoza, en medio de su desconsuelo por la pérdida, ordenó que lo cargaran y lo acostaran dentro de una pieza de latas que utilizan como área de cocinar.

Su cadáver lo cubrieron con una sábana. Su progenitora se sentó a su lado. Lo sobaba, lo lloraba, se lamentaba. Estaba destrozada.

Autoridades

A las 9:00 de la mañana, llegó a la avenida 115 de la barriada, una comisión del Cuerpo de Policía Bolivariana del Estado Zulia (Cpbez). Tomaron los datos de la víctima y protegieron la zona hasta que los sabuesos del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) se presentaron a levantar el cadáver.

Peña indicó desconocer si su hermano de crianza tenía deudas o problemas. “Si los tenía nunca dijo nada”, expresó.

Fuentes policiales informaron que la víctima, quien hace dos meses había comenzado a trabajar como carretillero en el Centro de la ciudad, sufrió dos atentados de los cuales salió ileso.

El primer ataque a tiros lo tuvo hace dos semanas, un sábado. El segundo fue el domingo de la semana pasada y el tercero y el definitivo ayer, en la madrugada, cerca de su casa, igual que las veces anteriores.

Los detectives indicaron que el móvil del crimen ya está claro que se trató de una venganza, pero indagan qué deuda o problema tuvo el fallecido para que lo ejecutaran. No descartan que pudiera ser un pasional. Su cuerpo lo trasladaron a la morgue de LUZ para practicarle la necropsia.

Trascendió que Neimer hace algún tiempo, sus parientes no recordaron cuando exactamente, estuvo detenido en el comando de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), ubicado en el sector El Muro, por haber participado en una riña. Lo retuvieron por unas horas y luego lo soltaron.

Padilla era el menor de dos hermanos y vivía con su madre, dos hermanos, una cuñada y dos sobrinitos. Para Peña y otros allegados, el fallecido era una persona “noble, trabajadora y buen amigo”. Pero para otros, su reputación no era tan clara.

 

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