El diario plural del Zulia

“A mi hijo y a sus amigos los confundieron”

“Con esto yo me siento muy triste. Mi hijo no era ningún ladrón y sus amigos tampoco. A los tres los confundieron y los masacraron”, aseguró llorando María del Carmen Pineda, madre de Jairo David Portillo Pineda (22), golpeado y quemado vivo, el pasado jueves, junto a José Gregorio Mercado Montiel (27) y Juan Caballero (19), en la entrada de la urbanización La Pionera, kilómetro 12 vía a La Concepción.

Los Portillo Pineda, ayer en la sala de su hogar, situado en el sector La Montañita, lloraban sin descanso y a su vez, con firmeza juraron que Jairo “no era un delincuente”. Él trabajaba en el área de mantenimiento de un supermercado en La Limpia, donde lo liquidaron hace dos semanas atrás.

Indicaron aún no saber detalles de lo sucedido. “Solo sé que eso no se le hace a nadie. Mi hijo no era un perro para que lo quemaran así. Las autoridades no han dicho nada y solo confío es en la justicia de Dios”, expresó Pineda.

Los hermanos Portillo lloraban sobre la urna de su hermano. Se lamentaban y contaban entre ellos lo unidos que eran. “Éramos siete hermanos y cada sábado nos reuníamos en casa de mi madre para compartir con ella. Nosotros somos personas trabajadoras, no tenemos enemigos. No nos metemos con nadie y no queremos venganza, eso se lo dejamos a Dios. Confiamos en su justicia divina. Somos personas honestas, humildes pero honestas. Aquí nadie es ladrón”, apuntó Dairo Antonio, llorando sobre la urna de su hermano Jairo.

Policías implicados

El trío de amigos salió del barrio 14 de Julio, donde vivían Mercado y Caballero, hasta el Bodegón de Juan, a comprar una botella de ron. Allí, al parecer, tres funcionarios, dos de ellos identificados como Ricardo Zambrano y Renny Mas y Rubí, junto a una mujer y el vigilante del conjunto residencial, sometieron a los muchachos, presuntamente confundiéndolos con unos delincuentes que mantienen azotada la zona, dijo extraoficialmente una fuente del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas.

Sin verificar que eran a quienes buscaban los golpearon, los encerraron en la garita y les prendieron fuego. Jairo y José fallecieron a las 10:00 de la mañana del viernes en el Hospital Universitario, mientras que Caballero sigue recluido en la Unidad de Quemados del Hospital Coromoto, luchando por su vida.

La madre de Juan llora por lo sucedido y reza por la vida de su niño. “Al saber lo que le habían hecho no dudé en venirme a Venezuela. Salí de Magdalena, Colombia, y me vine por la trocha. Ahora acá estoy cansada, esperando noticias favorables. Los médicos dicen que Juan está estable a pesar de tener el 80 por ciento de su cuerpo quemado. Está todo vendado”, contó la progenitora, frente al centro hospitalario.

El cuerpo de José Gregorio se lo llevaron a Machiques, de donde es oriundo, para ser sepultado. A Portillo lo enterrarán hoy a las 10:00 de la mañana, en el cementerio Corazón de Jesús.

JG  CASO QUEMADOS LA PIONERA FOTOS JUAN GUERRERO (5)

 

 

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