El diario plural del Zulia

Venezuela alerta por ingreso de pollo y res desde Brasil

Un nuevo escándalo de corrupción y fundamentalmente de salud pública a gran escala se desató en Brasil, tras descubrirse que dos de sus principales plantas cárnicas exportaron piezas podridas, maquilladas con ácido ascórbico y que Venezuela recibió toneladas sobre toneladas de pollo y res provenientes de esas empresas vía exportación.

El vicepresidente de la Comisión Permanente de Contraloría de la Asamblea Nacional (AN), diputado Carlos Paparoni, aseveró que “ambas empresas (JBS Y BRF) importaron a Venezuela, un 50 % del consumo de pollo entre 2014 y 2015 y un 30 % del consumo de carne bovina durante esa misma zafra, bajo un contrato firmado con estos frigoríficos en el año 2011 por un monto de 2.100 millones de dólares”.

Paparoni alertó que, si bien no puede considerarse que toda la importación esté contaminada —no hay forma de saberlo de primera mano— la estatal Corporación de Abastecimientos y Servicios Agrícolas (CASA), encargada de llevar a efecto las importaciones de alimentos en Venezuela, se encuentra exonerada de los controles sanitarios, lo que implica que sobre estos productos que ingresaron desde Brasil “no hubo control sanitario y ello supone el riesgo de que en alguno de esos cargamentos haya venido esta carne descompuesta y maquillada con químicos”.

En tal sentido, señaló que “nos preocupa sobremanera que actualmente hay contenedores facturados con estos productos que están desaparecidos y que retrotrae los escándalos que han salido a la luz como el caso del botadero de La Paragüita, al lado del puerto de Puerto Cabello, donde consiguió toneladas de carne enterrada”.

Más envíos en 2016

La BBC Mundo publicó cifras del Ministerio de Comercio Exterior de Brasil que demuestran que en 2016, Venezuela fue el segundo país que recibió, vía exportación, carne vacuna procedente de las dos compañías señaladas por el ilícito, totalizando 22.507.934 kilogramos de carne de res, a un costo de $ 130.794.103 y 56.065.752 kilogramos de pollo a un costo de $ 129.001.446. 

Llama la atención como México, que recibió más toneladas de carne y cuya ubicación geográfica está más distante del país origen del producto (Brasil) haya pagado $ 18.195.026 menos que Venezuela.

Amistad con JBS

El exdecano de la Facultad de Agronomía de La Universidad del Zulia, y experto en producción agrícola, Werner Gutiérrez, explicó que “la amistad de Venezuela con el frigorífico JBS esevidentísima’ y data del año 2010, cuyos desembolsos por importación desde Venezuela a esa compañía pasó de 200 millones de dólares, ese año, a 900 millones en 2014”.

Gutiérrez enfatizó que así como la Policía Federal de Brasil descubrió que los montos por concepto de venta de estas carnes “maquilladas” iban a parar a los partidos políticos del gobierno brasilero, así se presume que parte de ese desembolso lo haya recibido el partido de Gobierno de Venezuela.

Esa negociación fue transada por una personalidad del buró político psuvista, en el año 2015, sin tener él la cualidad legal para ese procedimiento y justo cuando ese año Venezuela atravesaba una etapa electoral y esta persona es Diosdado Cabello Rondón”.

Cero controles sanitarios

Desgarradora fue la verdad que desnudó la zootecnista, magister en Tecnología de los Alimentos y docente de la faultad de Agronomía de LUZ, Oneida Morón sobre las exoneraciones de los protocolos sanitarios.

“Es una verdad del tamaño de una catedral que la carne que se importa, vía canales de res o vía animales en pie hacia Venezuela es un producto de descarte, es decir, que no pudo ser colocado en los principales mercados por pésima calidad”.

"En Venezuela —añadió— no hay control de calidad sobre lo que se importa ni el país exige la ejecución de los protocolos sanitarios vitales en manipulación de los alimentos”.

Destacó que en el país no hay trazabilidad de los productos y explicó al detalle el proceso de conservación: “El ácido ascórbico es vitamina C y se utiliza, en condiciones normales como conservante de la carne. No reviste peligro alguno si y solo si no es mezclado con otro componente”.

Puntualizó: “En una carne en vías de putrefacción o podrida, el ácido se mezcla con agentes microbianos que emanan de la carne por ausencia de temperatura de enfriamiento y allí sí se activan las moléculas que producen células cancerígenas. Si eso ocurrió la carne debe ser decomisada ”.

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