Un caucho cuesta igual que un carro usado en 2016

La economía solo es posible cuando se práctica explicándola, es tan importante cada decisión económica como la forma de comunicarla para que todos la entiendan. No es una economía de expertos, es un paradigma económico que ha de ser transmitido a todo un pueblo mediante una pedagogía en busca de la emancipación social”.

Con esta frase el fallecido expresidente Hugo Chávez intentó proponer una economía liberadora para Venezuela pero las actuales políticas gubernamentales mantienen un caos en todos los sectores. Prueba de ello es el precio de los cauchos que oscilan entre 370 mil y hasta 1 millón de bolívares. Lo que cuesta un solo neumático hoy era su ciente para comprar un vehículo usado en los años 2015 y 2016. Domingo Lugo es taxista. Tiene su vehículo estacionado en su casa por falta de cauchos.

Con esa que cada vez que reúne más del 50 % del costo de los cauchos se consigue con un incremento de salario mínimo que ocasiona, inmediatamente, un aumento desmedido en los precios.

“Llevo más de tres meses con el carro parado por falta de cauchos, cada vez que logro reunir viene el presidente Maduro y aumenta los salarios, él cree que lo está haciendo a favor del pueblo pero la realidad es que nos está hundiendo en la miseria porque no podemos comprar nada”.

Marcas de vehículos usados tales como: Sierra 280 del 86, un Skoda del 91, Fiat Uno y Chevette, podían ubicar sus precios entre 450 mil y 1 millón a finales de 2015 y mediados del 2016. Alberto Castellano, director del Instituto de Investigaciones de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la universidad del Zulia (LUZ), los ciudadanos se ven afectados por el alza en los precios porque los ingresos los recibe en bolívares y los egresos están dolarizados.

“Los productos están dolarizados y el precio es de dólar ilegal. Mientras sigamos con esta disparidad cualquier aumento salarial se lo comerá la inflación. Esto está pasando con todos los sectores, no hay su cientes divisas, el Gobierno no puede satisfacer la demanda de los sectores productivos que para no parar sus operaciones acuden al dólar no oficial”.

Nuevos vs. “las chivas” Joyroad y Luxxan son las marcas chinas que lideran. En medidas 13”, 14”, 15” y 16”, los precios de los cauchos para vehículos de carga superan el millón y medio de bolívares. Dueños de los comercios, que pre rieron no ser identificados, alegan que todas importaciones las realizan a dólar no oficial y cuando no logran hacer los pedidos acuden a intermediarios que expenden a precios elevados. Para adquirir el caucho más barato (13”) un venezolano necesita 113 días de salario, es decir, ahorrar durante cuatro meses. Si se tratase de un caucho reforzado para camionetas (16”), que cuesta Bs. 665 mil, se necesitaría ahorrar en un lapso de 20 meses, más de año y medio.

"El Estado aupó la corrupción y por las escasa oferta en divisas los comercios acuden al mercado paralelo para solventar", aseveró el economista Edinson Morales.

En febrero del 2016, los cauchos de fabricación nacional, marca Firestone, el 185/ 60 se encontraba a “Precios justos” en Bs. 19.630 y el 195/60 rin 15 en 21.648 bolívares. Otras marcas provenientes de China en agosto del mismo año eran vendidos en Bs. 60 mil hoy día se encuentran en 370 mil representando un incremento del 516 %. Ante la caída del poder de adquisitivo de los ciudadanos la opción es la compra de las populares “chivas” que cuestan entre 50 y 200 mil bolívares.

Esta medida de contingencia no es la mejor alternativa, cuentan los usuarios, tras considerarla una lotería que puede durar, en el mejor de los casos, un mes de uso. Esta odisea la vive, Henry Fernández, quien es un profesional del volante que labora en la línea de conductores de Los Haticos. Tiene más de 30 años en el oficio y cuenta que cambiar de neumáticos es un verdadero dolor de cabeza.

“Antes reunía y cambiaba de golpe los cuatro cauchos por cuatro nuevos, ahora uno anda comprando chivas para resolver que muchas de ellas no duran el mes, es cuestión de suerte”.

El señor Lugo dice que nunca había experimentado una situación tan dura como la de hoy. Asegura que en su oficio siempre le han rendido sus ingresos para mantener el vehículo y sostener su hogar pero desde el 2014 las cosas cambiaron.

“No me da la base para reunir para repuestos y para cauchos y al mismo tiempo, ni para comprar la comida diaria, la vaina está pelúa, lo peor de todo es que los cauchos se venden a precios elevados y el presidente Maduro habla de socialismo y felicidad para el pueblo y ningún organismo se preocupa por regular los precios ni atender nuestras necesidades”.

Improductividad nacional Expertos en materia económica indicaron que la producción nacional de neumáticos es casi inexistente. Edinsson Morales, economista, asegura que la mayor cantidad de cauchos que arriban al país son importados.

“Hay escasez de producción en el país, esto dispara el precio de los neumáticos. Prácticamente no existe, eleva todo. Actualmente miden los costos de las llantas con el precio del dólar paralelo. Por otro lado no hay controles del Estado, ni de la Sundde”.

En acuerdo con este planteamiento, Alberto Castellano dijo que los dueños de las ventas de cauchos protegen sus inversiones. Destacó que existe un factor especulativo que califica como necesario para mantener los negocios abiertos y evadir la inflación.

“Hay procesos especulativos que no se pueden negar pero los comerciantes están resguardando sus inversiones porque todo en cuestión de horas está aumentando, están actuando conforme a la inflación. Las razones de estos problemas son por las políticas económicas del Gobierno”.

Castellano asevera que la problemática parte de las políticas cambiarias del modelo económico del Gobierno. Dijo que un Estado que no ataca la inflación jamás podrá disminuir el incremento en los precios, a su juicio, todo es parte de la distracción del proceso político.

Especialistas pronostican que en menos de dos meses un caucho podría costar Bs. 500 mil o más. Catalogan la economía venezolana como “cambiante” y en constante “incertidumbre” porque genera un torbellino donde la inflación devasta todo lo que consigue a su paso. Choferes del sector público dicen que estos costos están extinguiendo las rutas ante la carencia no solo de neumáticos, sino también de repuestos en general.