Socialismo sin rumbo tras la pérdida de su timón
La popularidad que inyectó Hugo Chávez Frías parece disiparse. Su hijo, el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), cada día está más ausente en la discusión actual del país. Mientras que la formación política e ideológica del Comandante no ha logrado ser superada por otro actor político —al punto de considerar su muerte como la pérdida de la brújula en la conducción revolucionaria en Latinoamérica— lo que ha traído un efecto dominó en la caída del sistema socialista.
En Venezuela, a pesar de que Chávez era el eje del Gobierno revolucionario, su figura no tiene mayor vinculación partidista, en vista que las estadísticas posicionan a Chávez con un 58 % de popularidad para noviembre del 2015, mientras que el PSUV cuenta con 25 %, y el presidente Maduro sólo 15 % de aceptación en la población.
Hoy se cumplen tres años de la “siembra de Chávez”, lo que trae la interrogante, ¿qué ha pasado con su cosecha? En conversación telefónica con el politólogo y psicólogo social Nicmer Evans, este asegura que el PSUV como base del pensamiento progresista decae en su posición partidista entre 15 y 20 puntos.
“Ha perdido lo fundamental de un partido, hay sectores que cada vez más se distancian dentro de él. Hay una poca presencia del PSUV sobre la discusión de los temas actuales del país, pero, además, ha perdido popularidad en los sectores, como consecuencia de la desconexión de las cúpulas del partido, y en relación a lo que hoy está demandando la población venezolana”.
Evans considera que el sistema revolucionario no tiene nuevos líderes, sino que continúan aquellos que acompañaban a Chávez y dependían del pensamiento del presidente fallecido. “Los que hoy conducen el partido, necesitan su propio liderazgo, no la dependencia de la imagen de Chávez, porque ese es el elemento fundamental del cual carecen en estos momentos. Se hacen llamar líderes del Psuv, pero son incapaces de tratar de generar algún tipo de propuesta en el marco de la crisis política y económica del país, más que la repetición de frases reconstruidas y tomadas del presidente Chávez”.
El analista objetó que el pensamiento chavista actualmente no se aplica desde la crítica con la intención de generar un cambio en el proceso político. “Una cosa es preservar la idea de Chávez desde una perspectiva crítica, y otra cosa es tratar de exaltar que todo lo que hizo Chávez fue absolutamente bueno y que no cometió errores”, “lo único que hay es un secuestro de sus ideas y frases que no permite la reflexión o el análisis del legado del presidente Chávez tanto en lo positivo como en lo negativo”.
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