El diario plural del Zulia

“Si sigue Maduro el chavismo experimentará el naufragio”

El Ejecutivo nacional presiona a las rectoras del Consejo Nacional Electoral (CNE) para que el referendo revocatorio no se celebre en 2016; también a los magistrados del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ). No confía en nadie, asegura Felipe Pérez Martí, economista y exministro de Planificación y Desarrollo (2002-2003). “Hay contradicciones internas, incluso dentro de la cúpula. Diosdado es un agente libre, anárquico, que ni siquiera Maduro lo puede controlar. Cada quien anda por su lado, están dando muestras de un pánico contagioso en las fuerzas de ellos. Anótalo: Maduro sale este año, segurísimo”.

La oposición, dice, ha evolucionado favorablemente desde el año 2002, pero cree que comete un error al no hablarle al chavismo honesto, al pueblo que quedó “encantado” con Hugo Chávez. Tampoco a los miembros institucionales y decentes de las Fuerzas Armadas.

“Una cosa son los recalcitrantes y otra cosa es el pueblo chavista. Vamos a hablares a ellos, vamos a decirles que no tengan miedo, que cuando venga el nuevo gobierno, va a haber inclusión, va a haber pactos”.

—¿Por qué sostiene aún que Maduro saldrá este año del poder?

Ahora con más razón. El Gobierno ahora está mucho más débil, está como en arena movediza. Ahí tienes que quedarte tranquilito, porque si empiezas a moverte, te hundes más, y el Gobierno ha estado pataleando. En el frente internacional, se ha desenmascarado como un régimen dictatorial, que respeta las leyes; y en el frente interno, la oposición se ha fortalecido porque la gente está cada vez más enojada con este Gobierno por el deterioro de la situación económica y social. En las Fuerzas Armadas también hay un rechazo creciente.

—¿No quieren a Maduro en las FANB? —

La gente que apoya a Maduro y a Diosdado es minúscula y en la Fuerza Armada están esperando una señal para voltearse. Ellos son muy pragmáticos. Si Maduro sigue en el poder el año que viene, o ponen un vicepresidente del madurismo, los militares realmente pagarían el muerto, porque no van a tener éxito en lo económico porque nadie los va a apoyar. Aquí tiene que haber un gobierno que garantice gobernabilidad, y para eso tienes que llegar a acuerdos. Y si sigue Maduro en el poder, no va a llegar a acuerdos, porque si tiene éxito, en el 2019 la oposición no sería alternativa electoral. La oposición no lo va a apoyar, va a seguir el reconcomio. La lucha política.

—¿Cómo le toma el pulso la cúpula militar a esta situación? —

Viendo hacia atrás, las Fuerzas Armadas son inteligentes y también tienen su cuerpo de análisis sociopolítico y económico. Ellos también han concluido que si este gobierno continúa va a ser un desastre, no solamente para el país, sino para la Fuerza Armada. No les conviene que Maduro siga en el poder; tampoco al chavismo, porque van a experimentar un naufragio político completo. Jamás, en lo sucesivo, podrán aspirar diputaciones, gobernaciones y alcaldías porque van a ser vistos como el gobierno más nefasto que ha tenido Venezuela en toda su historia.

—El Gobierno insiste en que este año no habrá referendo, pero si se recoge el 20 por ciento de firmas para activarlo, ¿lo podrá frenar hasta 2017? —

Es muy difícil que la oposición, en estas condiciones, consiga el 20 por ciento. Ellos van a seguir presionando, y las rectoras del CNE, tú las ves y están en un estado de tensión tan grande que en cualquier momento van a reventar. Tienen mucha tensión psicológica y es muy posible que esa movilización del 12 de octubre tenga mucho efecto y quizás se modifiquen las condiciones del 20 por ciento y la cantidad de máquinas. En ese caso si se recogerían.

—¿Está negado el revocatorio entonces con las condiciones que impuso el CNE? —

Es prácticamente imposible, pero no es relevante para los resultados. Esto no es una lucha legal o institucional, es una lucha política de facto. Aquí los que triunfan son las fuerzas de facto que están en juego: el pueblo, la Fuerza Armada, el capital político del Gobierno, que ahora ni su propia gente los quiere, solamente sus clientes políticos y eso para que no les quiten sus bolas de los CLAP.

—¿Está realmente debilitado el Gobierno? —

Está en una situación sumamente frágil. El día de la recolección la MUD le va a decir a país, a la Fuerza Armada y al mundo: “nosotros conseguimos muchísimo más del 20 por ciento, y hay incluso firmas suficientes para que el firmazo signifique el revocatorio mismo”. Si consiguen ocho millones de firmas, Maduro está revocado de un solo trancazo. No tiene legitimidad política, que es lo relevante en este momento. Sería obvio que ya no tiene apoyo político para permanecer y creo que ese es el momento en que la Fuerza Armada le va a decir “señor, usted póngase de lado, nadie lo quiere”. Puede negociar un salvoconducto para que se vaya en paz y es muy probable que ocurra la renuncia con una negociación.

—Ha dicho que la MUD no puede negociar la salida del chavismo, pero sí sus términos: ¿cree que el pueblo acepte, por ejemplo, que se deje ir del país a quienes reconoce como responsables de la escasez de alimentos y medicinas? —

Habrá una gente extremista que no le va a gustar la cosa. Pero al grueso de la población sí, sobre todo si se lo explicas bien. En una situación así, tú no puede acorralar a una rata porque te puede sacar los ojos. Ellos son como unos secuestradores que tienen unos rehenes, pero están rodeados, y pueden seguir matando rehenes. A ti no te interesa que sigan matando gente, te interesa que se vayan. Normalmente en ese caso se les ofrece un salvoconducto: un avión, incluso un país, y que se vayan y no sigan haciendo daño.

—El futuro político, entonces, no admite extremismos —

Claro, tampoco puede ser revanchista. Porque hay gente que quiere matar chavistas una vez que caiga Maduro. Eso no puede ser. Sería un error estratégico fatal para la oposición empezar con revanchismo. Si el nuevo gobierno no garantiza la gobernabilidad, va a fracasar, y en 2019 puede volver el chavismo a decir: “el problema nuestro fue Maduro pero Chávez era muy bueno, y la oposición no echó pa’ adelante, así que vamos a ganar nosotros”. Y puedes contar con los votos de la gente. El próximo gobierno tiene que ser de unidad nacional, de pactos políticos.

pregunta

—Cuando usted fue ministro de Planifi cación de Chávez (2002- 2003) tuvo que sentarse a dialogar con la oposición, ¿en qué se diferencia la MUD de los opositores de esa época? —

La oposición y el sector privado, realmente, me traicionó a mí. Ellos fueron los que impulsaron el paro petrolero. Sin embargo, he visto signos positivos en la evolución de la oposición y algunos actores clave, desde Jorge Botti, expresidente de Fedecámaras, y después Jorge Roig, han reconocido sus errores de la época. Explícitamente lo han dicho, algo encomiable. Están proponiendo cosas, teniendo en cuenta el interés de los trabajadores, de los pobres. Voluntad Popular y UNT se autodenominan socialdemócratas. Incluso Primero Justicia, aunque tienen un pasado socialcristiano, ellos han dicho que no van a afectar los intereses de los trabajadores.

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