El diario plural del Zulia

Semana Santa sin hostias por alto costo de la harina para prepararlas

El párroco de la Iglesia Claret, Ovidio Duarte, dijo que elaborar mil unidades cuestan más de Bs 400 mil y muchas de las que se van a ofrecer en las misas de la Semana Mayor han sido donadas por los devotos que las traen desde EE.UU.
El estado de hiperinflación y escasez de alimentos por la que atraviesa Venezuela obliga a sacerdotes de la Iglesia Católica en esta Semana Santa, que no tienen cómo preparar hostias para la comunión,  a
recibir donaciones de los fieles para poder cumplir con el ritual durante la celebración de la eucaristía.

El padre Ovidio Duarte, párroco de la parroquia San Antonio María Claret de Maracaibo dijo hoy: “La feligresía nos está haciendo llegar el pan sagrado importado desde Miami y Houston ante la situación que se presenta con la preparación, ya que un saco de harina está por el orden de los ocho millones 500 mil bolívares y unas mil hostias salenen 400 mil bolívares aproximadamente”.

Señaló que en las parroquias más humildes no podrán ofrecerla en las comuniones  durante la consagración en estos días: “En algunas iglesias han tenido que partirlas hasta en cuatro pedacitos para poder atender la demanda de los asistentes los domingos porque entre semana
no se está ofreciendo.”

Sobre la preparación de los actos para la semana que transcurre se mostró optimista con la participación de los creyentes ya que “el Domingo de Ramos fue impresionante la cantidad de personas las que
acudieron a los templos.

“Se observa en esto momentos que existe  un mayor interés en refugiarse en la fe y es que no existe otro agarradero”, dijo el párroco.

Comentó que a parte de esto, la gente no tiene como viajar en vacaciones como lo hacía antes por el alto costo del transporte urbano y extraurbano por vía terrestre, ya que por avión no se consiguen
muchas veces ni los pasajes.

Mucha hambre aqueja al pueblo

En la Parroquia Padre Claret funciona la “Mesa de la Misericordia”, de la iniciativa de un grupo de laicos pertenecientes a la pastoral familiar. Los alimentos son donados por los mismos voluntarios, empresas privadas y personas que no participan directamente en el comedor. Los platos se preparan en la pequeña cocina de la casa cural.

No es mentira que hay muchas personas que solo comen una vez a la semana porque el resto de los días consumen apenas pan con agua o yuca o plátano, pero una comida completa una vez cada seis días.

La gente está colaborando para mantener este programa de ofrecer comida al necesitado y esperamos que nos sigan ayudando señaló el representante de la iglesia.

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